Neuquén garantiza la paridad de género para el reemplazo en las bancas

Los diputados provinciales modificaron la ley que fija las bases del sistema electoral provincial con el fin de garantizar la paridad de género cuando se produce una vacante en la Cámara. El objetivo es que cuando una legisladora deje su banca- por renuncia, separación, inhabilidad o muerte- no la sustituya un varón sino que asuma una mujer. La controversia giró en torno a la entrada en vigencia de la norma, y fue salpicada por las esquirlas que dejó el cierre de listas el fin de semana.

Si bien en 1991 la Argentina aprobó el cupo femenino– que establecía un piso mínimo de 30% de candidatas en las listas- las mujeres no accedían a las bancas. Las dirigentes junto al movimiento feminista reclamaron entonces la incorporación de la paridad de género, tanto a nivel nacional como provincial, para incrementar la participación política. El propósito fue subir la representación al 50%. En Neuquén ocurrió en 2016 con la sanción de la ley 3053.

Uno de los aspectos que no se previó es cómo se garantizaría la paridad a la hora de los reemplazos en los cargos, ya que si las legisladoras son suplantadas por sus pares varones se perpetúa la desigualdad. La ley, aprobada ayer en general por 25 votos afirmativos, establece que la sustitución se debe hacer respetando el género de quien cesa en el mandato, según el orden de listas de candidatos. Previo a ello los diputados sancionaron la adhesión a la “ley Micaela” (ver aparte).

Raúl Podestá, legislador del Frente Grande, no se opuso a la iniciativa sino que planteó sus reparos respecto de cuándo comenzaba a regir: “mi propuesta fue que esta norma la votáramos y la dejáramos firme para las próximas elecciones”. Lo mismo hizo Damián Canuto (PRO) que sostenía incorporar una disposición en la que se vinculara “la regla de la equidad a la elección de la cual procede el candidato.” Si en el comicio donde fue elegida la diputada ya regía la paridad, debe respetarse en el reemplazo.

La diputada del FIT, Angélica Lagunas, fue la única que votó en contra. Lo fundó en que para su fuerza política esto significaba “un techo” porque la mayoría de sus referentes eran mujeres. “Claro, otros partidos, como el PRO, como el peronismo, como la Coalición Cívica tenían menos porcentaje de mujeres. Problema de ellos que efectivamente necesitan una ley para darle una cantidad de espacio a las mujeres”, agregó. Sostuvo que el hecho de que haya mujeres no implica que se avance en leyes que las defiendan.

Quien se abstuvo fue el diputado Gabriel Romero, que abandonó el Frente Renovador para refugiarse en Consenso Federal que lo lleva como senador. Aseguró que la ley era inconstitucional porque vulneraba “la voluntad del votante”. Dedicó un tramo de su discurso a desacreditar a Cristina Fernández por haber puesto “a dedo” a Oscar Parrilli. Nanci, su hermana, le contestó: “¿A Pichetto quién lo eligió? Lo que no aceptan es que nuestra conductora sea una mujer”. Guillermo Carnaghi avivó las llamas: “vamos a ver cuanta gente vota por Parrilli senador, y cuanta gente opta por Tom Romero senador.”

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•La subsecretaría de las Mujeres es la autoridad de aplicación, y deberá publicar anualmente un informe sobre el grado de cumplimiento de la ley

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