Los barrios de Neuquén que viven bajo las alas de los aviones

Cerca del aeropuerto de Neuquén hay dos barrios que cada día son testigos permanentes del aterrizaje y despegue de aviones.

En una recorrida de “Río Negro” por ambos lugaresn, los vecinos contaron cómo es convivir con la dinámica del aeropuerto. Uno es el barrio Aeropuerto donde habitan 75 familias. Otro es el sector de 150 viviendas en Mutual Policial que vive bajo las sombras de los gigantes del aire. En este último sector, algunos días, el avión que llega a las 22 corta la luz en el barrio tras su paso.

En contra de lo que se podría pensar, para los vecinos este hecho es un espectáculo: “El avión de las 10 de la noche es el que más esperamos. Y lo escuchamos a bastante distancia. Y vemos la luz que va viniendo, entonces nos sentamos afuera, y vemos como pasa. Porque justo bajan las ruedas, y vemos esa transición. Es increíble. La gente que viene acá queda sorprendida”, expresó Grisel Cuevas, que está desde hace cuatro años cuando recién se inauguraron las 150 viviendas.

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Cuando lo describe se emociona. “Es increíble. Se ilumina todo. A mí me re gusta. Y a todo el mundo que viene a mi casa a cenar le digo: vamos que viene el avión, y salimos corriendo”, contó Cuevas.

Pero el espectáculo nocturno tiene su contrapartida. Según los vecinos, el paso del avión corta la luz del barrio algunos días al mes. “Por las turbinas, es tan fuerte la vibración,que hace saltar la térmica. Hace una explosión. Una, dos o tres veces por semana se corta la luz”, afirmó, al tratar de darle una explicación al fenómeno.

Desde CALF informaron que creen que el corte sería producto de la vibración que genera acústicamente el paso de los aviones, y que sus técnicos trabajan para establecer el motivo con certeza ya que se trata de un caso extraordinario.

Aclararon desde la cooperativa que no tienen en la guardia ningún reclamo de los vecinos.

Pasar el día entre aviones no es tan sencillo y si bien algunos se acostumbran, para otros la convivencia es compleja. “Mi hermana vivía en San Martín de los Andes, y desde que vive acá le cuesta un montón dormir. Claro, te vibra mucho, te vibran las ventanas, y por ahí te despertás”, narró Cuevas.

También reconoció que si bien ya está acostumbrada “es medio cansador a veces”, sobre todo ahora que se sumaron nuevos vuelos.

“El ruido te despierta. Tiembla todo. Por ahí vienen altos o por ahí pasan más bajos”, dijo Marcelo Maldonado, que vive con su esposa y su hijo en calle Jesús Merino Villanueva.

Manifestó que se acostumbró, aunque apuntó que se debería hacer algún estudio del impacto que tiene en la salud el sonido de los aviones.

En el otro sector lindante, el barrio Aeropuerto, los aviones transitan por el costado.

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“No es molestia para nada. El único día donde se sienten ruidos fuertes son los domingos cuando se hacen entrenamientos con el helicóptero del Ejército”, opinó Roberto Pereyra.

A pocos metros de allí se encuentra Mónica Figueroa, junto a sus hijos de 8 y 9 años. Menos de un kilómetro hay de separación entre su patio y la pista del aeropuerto.

“Es parte de la rutina. Estoy desde hace diez años. No me molesta. Lo siente más gente donde pasa directamente arriba. Pero acá pasa al costado”, reveló Figueroa.

Aunque la presencia del helicóptero no pierde su atractivo. “Escuchamos el ruido y salimos a verlo. Mis nenes no se cansan de verlo”, declaró.

Hace dos semanas, el gobernador Omar Gutiérrez inauguró el servicio eléctrico y entregó 75 tenencias precarias de lotes en el sector Aeropuerto, y ya abrieron los sobres de la licitación para dotar de agua potable a ese sector.

Las obras de electrificación fueron contratados por el Instituto Provincial de Vivienda y Urbanismo (IPVU) y significó una inversión de más de 4 millones de pesos. Los barrios seguirán rodeando la pista aérea.

El paso cercano de las aeronaves es una postal cotidiana para los vecinos de los barrios del oeste.

Matías Subat

En números

“El avión de las 10 es el que más esperamos. Vemos la luz que va viniendo, nos sentamos afuera y vemos cómo pasa”.

Grisel Cuevas, de Mutual Policial, ve los aterrizajes con frecuencia.

“No es molestia. El único día donde se sienten ruidos fuertes son los domingos, que se hace entrenamientos con el helicóptero del Ejército”.

Roberto Pereyra vive desde el 2010 en el sector Aeropuerto .

Una estación aérea cada día con más aviones y pasajeros

La actividad en el Aeropuerto Internacional Presidente Perón viene en crecimiento, y con el receso invernal se profundiza aún más el movimiento.

Regularmente se registran 12 vuelos entre aterrizajes y despegues.

Según datos anuales de la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA) hubo 8.311 aterrizajes y 8.329 despegues el año anterior.

En la estación los mayores movimientos fueron de Aeroparque, Neuquén, Mendoza , Comodoro Rivadavia y Córdoba.

En todo 2017 usaron el aeropuerto 951.742 pasajeros. Solo en junio de este año la cantidad de viajeros alcanzó los 78.000, y la cifra significa 7000 más que en el mismo periodo del año pasado.

Al incremento de viajeros se suman los nuevos servicios que se prestan. A fines del año anterior se incorporó a las rutas aéreas Flybondi, que tiene como destino El Palomar, y desde fines de agosto comenzará a operar en el aeropuerto neuquino la Aerolíneas Lasa.

Las tipos de aeronaves con más movimientos en Neuquén en 2017 fueron Boeing B- 737, Embraer E-190, Airbus A-320, Piper PA -38, y Aeroitba Petl.

En cuanto a la participación del mercado Aerolíneas Argentinas concentró más de la mitad, seguido por la chilena y brasileña Latam, Austral, y la regional American Jet.

Aeroparque-Neuquén es la sexta ruta aérea nacional con 476 vuelos y 53.000 pasajeros en junio. Mendoza-Neuquén fue la segunda de cabotaje sin pasar por Buenos Aires.