Niegan otra vez las salidas a Claudio Kielmasz

Deberá seguir en la cárcel federal de Río Gallegos, aunque con posibilidades de realizar actividades educativas y laborales bajo estrictas medidas de seguridad.

El autor del primer triple crimen de Cipolletti, Claudio Kielmasz, deberá seguir cumpliendo su condena en la cárcel federal de Río Gallegos. El juez de Ejecución Penal de Roca, Juan Pablo Chirinos, volvió a denegarle el beneficio de salidas transitorias, aunque estableció que, mediando las adecuadas medidas de seguridad, deberán facilitársele las actividades laborales y educativas propias del “período de prueba” que transita en cumplimiento de la prisión perpetua que se le impuso en el 2001. En el fallo conocido ayer se precisó que el Consejo Correccional de la Unidad 15 de Río Gallegos se pronunció “favorablemente” al pedido de salidas, pero citó que el último informe técnico criminológico reiteró el diagnóstico de “trastorno antisocial de la personalidad” en el hombre, al que calificaron como “manipulador”, “agresivo y hostil frente al mundo”. Sin embargo, el dictamen fechado en febrero pasado introdujo una novedad: aseguran que “desde hace varios meses Kielmasz ha logrado asumir su responsabilidad en el hecho que se le imputa, sin brindar detalles aún. Este cambio de actitud implica un avance en su tratamiento”. De todos modos la fiscalía se opuso categóricamente al beneficio recalcando los dictámenes de psicólogos y psiquiatras que en 2010 definieron a Kielmasz como un “psicópata irrecuperable” y afirmando que representa un “peligro para la sociedad”. Por su parte el abogado Marcelo Hertzriken Velasco, querellante en nombre de la familia de las víctimas María Emilia y Paula González, también formuló su oposición en el expediente y ayer expresó su conformidad con el fallo de Chirinos. El defensor oficial Gustavo Viecens fue quien formuló el nuevo pedido de salidas, sumando como argumento los estudios de Enfermería y reparación de PC para los que ya se inscribió el detenido, con aval del Consejo Correccional del Penal 15. Chirinos advirtió que las posturas enfrentadas en este expediente reflejan distintas visiones sobre el fin de la pena: “una como un proceso de resocialización y otra que busca incapacitar al delincuente mediante su encierro durante el mayor tiempo posible”. Y citó jurisprudencia del Superior Tribunal rionegrino que obliga a adoptar el primero de los criterios. Con esa idea es que se trasladó a Kielmasz al Penal 15, pues era “necesario que el interno transite (…) en una institución que realmente lo ponga a prueba como paso previo a las salidas transitorias”. A favor de Kielmasz el juez recalcó que “mantuvo su conducta” en los últimos dos años y “participó de actividades sociales como el grupo de teatro Amanecer, y durante las salidas culturales no existió inconveniente alguno”. Sin embargo, a la luz de lo dictaminado por los peritos de Santa Cruz y los locales, Chirinos aclaró que si bien Kielmasz “ha mostrado algún progreso”, no está descartado el riesgo de que vuelva a cometer un hecho violento. “Entiendo que Kielmasz deberá seguir transitando su pena en el régimen actual y asimismo se le deberán otorgar las actividades propias del periodo de prueba que transita, en particular lo relativo a la posibilidad de trabajo y estudio que la unidad otorga, debiendo previamente informar a este tribunal las medidas de seguridad que se dispondrán en cada caso y que permitan paliar los riesgos de reiteración delictiva”, concluyó el juez en su fallo.


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