No se respeta la prohibición de llevar perros a la playa en la costa de Viedma

«Esperan a que pase algo grave para actuar», sostiene una persona que estuvo a punto de ser mordido por un perro en la playa. Esta situación se repite en cada rincón de la costa atlántica de Viedma.

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Los responsables de los canes, hacen oídos sordos ante el pedido de los guardavidas que advierten a las personas de que no se puede tener perros en la playa, según la ordenanza municipal.

Pequeños y pequeñas que corren hacia la orilla, están siempre en peligro de ser mordidos, además de los excrementos que se esparcen por la playa y pueden generar enfermedades.

La irresponsabilidad de estas personas, hasta generan discordias ya que andan sin correa y sin bozal. Orinan juguetes y también en las sombrillas.

Según la ordenanza municipal, que ya tiene 10 años, regula la presencia de animales en éstos espacios públicos. Se trata de la Ordenanza 6824, que «prohíbe el tránsito y/o permanencia de canes en lugares públicos de balnearios en épocas de verano».

La norma también indica que «el propietario será responsable de los daños y perjuicios que ocasione el animal, además los propietarios de canes deberán someter a los mismos a los tratamientos preventivos contra la rabia y la hidatidosis».

Pero el control para que se cumpla esta norma no se realiza por parte del Municipio, ni de la gestión anterior ni la actual.

Incluso la sanción económica por no respetar la ordenanza es irrisoria. Se establece que el «tránsito y/o permanencia de canes en época estival en zonas habilitadas como balnearias comprendidas en la costa del río Negro y Balneario El Cóndor es entre $300 y $ 1000».

Una sanción que deberá ser actualizada y lo más importante, intentar que se cumpla sobre todo para aquellas personas que tienen un cuidado responsable de sus mascotas.