Nueve años de prisión por balear a un comerciante en Catriel

El hecho ocurrió en agosto del año pasado.La víctima estuvo "al borde" de la muerte, pero se recuperó. La Justicia debe resolver la pena para el otro imputado en la causa. 

Redacción

Por Redacción

“Les quiero pedir perdón de corazón, a Díaz y su familia. Yo me hice cargo de lo que hice”, dijo Alejandro Rosas, quien fue condenado a 9 años de prisión por robar y balear al comerciante de Catriel Carlos Díaz.

En un juicio abreviado la partes sellaron un acuerdo por la calificación y la pena para el principal responsable del hecho que ocurrió en agosto pasado. Por el otro imputado, Nicolás Orellana, hubo un acuerdo parcial, se consensuó la calificación pero no la pena.

La defensora pública Silvana Ayenao pedirá una condena de prisión en suspenso -menor a 3 años- y el fiscal Martín Pezzetta una pena que sea de prisión efectiva. Eso se resolverá luego de la audiencia de cesura. Las partes tienen cinco días para ofrecer pruebas respecto a la determinación de la pena.

Rosas comenzará a cumplir la condena desde el lunes próximo en el penal de Viedma. El joven reconoció su responsabilidad en el hecho, testimonio necesario para el acuerdo del juicio abreviado, mientras que Orellana hizo lo propio en su condición de participe necesario.

En este caso será el tribunal, integrado por Guillermo Baquero Lazcano, Sonia Martín y Marcelo Gomez, quien defina la condena. En la audiencia estuvieron presentes, las víctimas Carlos Díaz y su pareja Cecilia Reyes, también la inquilina del lugar Isabel Tiseira.

En su exposición Pezzetta indicó que el comerciante estuvo varios meses internado tras recibir el disparo en la zona del abdomen. Si bien aseguró que está totalmente recuperado, recordó que “estuvo al borde de la muerte”.

De esta manera la fiscalía pudo comprobar su teoría del caso. El hecho ocurrió el 10 de agosto de 2018 en un local de comidas ubicado sobre calle Roca al 200. A las 20 horas, aproximadamente, Orellana ingresó al comercio en reiteradas oportunidades para “tantear” el terreno.

La última vez lo hizo acompañado de Rosas, que entró con un arma de fuego. Apuntando a la cabeza de Reyes le pidió la dinero de la caja registradora. En ese momento llegó Díaz y tras un intercambio de palabras el joven disparó. Los imputados se fugaron, pero fueron detenidos a pocas cuadras del lugar por efectivos policiales.

Allí se secuestró el arma de fuego, unos 2000 pesos y otros elementos. Uno de los más significativos era el pasamontañas que utilizaba Rosas, porque durante los días previos a este hecho se registraron varios asaltos a mano armada con el mismo modus operandi​.






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