Obama y el inicio de una batalla incierta
Norteamericanos apoyan ataques contra yihadistas.
AP
Las milicias de Estado Islámico tienen la posibilidad concreta de tomar más territorios en Siria e Irak.
WASHINGTON.- Con el plan de acción contra Estado Islámico (EI) que presentará hoy, Barack Obama se embarca en una batalla incierta cuando arriba a la mitad de su segundo periodo en la Casa Blanca, pese a su intención inicial de reducir la participación militar de Estados Unidos en Medio Oriente. En la víspera del 13° aniversario de los atentados del 11 de septiembre, Obama presentará oficialmente hoy en Washington la estrategia de Estados Unidos para “degradar y por último destruir al grupo terrorista”. “Un decenio de guerras se acaba”, dijo al inicio de su segundo mandato, cuando fue juramentado en las escalinatas del Capitolio en 2013, citando la retirada de Irak y Afganistán. Pero menos de dos años después las cosas han cambiado dramáticamente ante la amenaza de los yihadistas del EI, que han provocado miles de muertes y declarado un califato islámico en Medio Oriente. La situación es la siguiente: Estados Unidos se lanza a una operación militar que podría prolongarse más allá del fin de la gestión de Obama en 2017. “Puede que esto lleve un año, pueden ser dos, pueden ser tres”, reconoció durante la cumbre de la OTAN el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry. El presidente no hará anuncios precisos sobre el calendario, pero “no será una operación de corto plazo”, reveló el martes el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest. El alcance de la campaña contra el “cáncer” de Estado Islámico sigue sin estar claro, especialmente la cuestión central sobre si se realizarán ataques sobre territorio sirio. No obstante, sí lo está el patrón a seguir: ataques aéreos en apoyo de las tropas iraquíes y kurdas en el terreno. Estados Unidos ha impulsado la formación de una coalición internacional de más de 40 países -básicamente de potencias occidentales y sus aliados en Medio Oriente y con participación de diferente alcance- para contener y derrotar a los yihadistas. Después de 153 ataques aéreos, inicialmente en el norte Irak y durante el fin de semana en el oeste del país con el fin de proteger instalaciones estadounidenses, Obama explicó el domingo su voluntad de pasar a una fase más ofensiva. Si los yihadistas ultrarradicales tratan de “controlar áreas importantes de territorio, reunir más recursos y armas y atraer a más combatientes extranjeros”, podrían convertirse en una gran amenaza para Estados Unidos, advirtió. Por otra parte, la percepción pública de la amenaza yihadista en Estados Unidos ha cambiado notablemente tras la decapitación de los dos periodistas estadounidenses James Foley y Steven Sotloff, reivindicados por EI, que difundió las ejecuciones en videos publicados en internet. Según un sondeo realizado por el diario The Washington Post y ABC News, más de dos tercios de los estadounidenses, 71%, apoyan los ataques contra EI, respecto al 54% de hace tres semanas y al 45% en el mes de julio. (AFP)
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