Para Bernardi, hay “saña y maldad”

CORRUPCIÓN DE MENORES

El exjuez Juan Bernardi negó haber tenido contacto sexual con menores y apuntó ayer contra el juez Fabio Igoldi, quien lo procesó y ordenó su detención en Viedma. Aseguró que el magistrado tiene “saña y maldadad” aunque evitó brindar detalles sobre los motivos que habrían llevado a ponerlo tras las rejas.”Ahora que lo investiguen”, pidió.

Desde la comodidad del cuartel de bomberos del barrio Lavalle, donde se encuentra detenido desde hace más de 20 dias, Bernardi consideró que “está tranquilo” aunque se quejó de los tiempos procesales que se manejan, en clara vinculación a los días transcurridos desde su detención y el pedido de nulidades que ya se ha formulado incluso ante la cámara que será la que decida si sale en libertad o no.

Aclaró que en la causa no hay ni un solo elemento objetivo que lo pueda vincular con los hechos que se le imputan. “Más allá de las nulidades que he planteado no hay un sólo hecho “, dijo el magistrado quien que desde que fue imputado, el 18 de marzo, se ha puesto a derecho màs allá de las “aberraciones” que se cometieron en su contra y en su derecho a defensa. “Todo esto surge de la frondosa imaginación del juez”, aseveró.

Sólo fue un asado

Bernardi se defiende cada vez que le preguntan si tuvo algún contacto sexual con la menor que aparece citada en la causa. “Si quiere le regalo una copia del expediente”, enfatiza. Y rápidamene aclara que allí no existe ningún testimonio que pueda involucrarlo o que lo vincule a algún contacto sexual con una menor.

“La menor de 17 años que estuvo en mi casa sólo dice que el señor Bernardi fue una persona muy correcta y cuenta en su declaración que estuvo en mi casa comiendo un asado al que la llevó Antueque (Julio, la personas que trabajaba en su chacra)”, dijo y explicó que los demás testimonios parten de declaraciones de personas. “Son dichos de dichos de una persona que se encuentra detenida”, puntualizó.

Bernardi volvió a relato del día en que le pagò un asado a Antueque y éste llevó a su chacra a varias jóvenes, en su mayorìa menores de edad. “Incluso està en la declaración que la invitación partió del propio Julio”, aclaró.

“Esa noche les hablé sobre el derecho a la identidad porque contaron alguno de los problemas que tenían”, dijo y puntualizó que luego las trasladó a la Terminal de Ómnibus tal cual como figura en la causa.

“¿Julio sos pelotudo?”

Esa fue la frase que le lanzó Bernardi al encargado de su chacra. Fue cuando le preguntó quien era la muchacha que minutos antes habìa compartido un asado. En ese momento la identificó y fue allí que Bernardi la vinculó con la hermana de un sujeto al cual él había condenado en una causa penal. “Sos pelotudo…yo condené al hermano en una causa”, le reprochó.

El juez no se salió de su libreto ni de su declaración. Dijo que las chicas tomaron fernet y que luego pasaron a comprar gaseosas pero que eso no implica ningùn tipo de delito.

Luego se refirió al resto de las testigos que aparecen en la causa y asegurò que algunos testimonios estàn inducidos y otros son falsos. “Hay uno donde aseguran que el año pasado me destrozaron el auto. Esto no es cierto y en ningun momento mi auto particular fue sometido a una reparación”, explicò.

“Está clara la falsedad de la imputación y por eso estamos haciendo esto (denunciarlo al juez). Ahora que lo investiguen”, dijo.

“Como un padre”

Bernardi tambièn contó sobre el vínculo que lo une a Julio Antueque. Aseguró que lo conoció en un centro de adicciones y que años después comenzó a tejer una amistad ya que en varias oportunidades le brindó el espacio para hacer algunos trabajos. Puntualmente el año pasado y tras atravesar una crisis (incluyó un altercado con apuñalados y pelea) decidiò apoyarlo brindandole un trabajo “no formal”. “Usted es como mi segundo padre”, aclarar el juez que le confesó hace un tiempo.

“Igoldi se agarra de una charla que tuvimos con Antueque una madrugada donde nos comunicamos por mensajes 18 veces. Yo le decía que se tenìa que hacer atender en el hospital por su adicción. El juez se agarra de eso para decir que yo soy mentiroso porque Julio le dijo que nosotros no hablàbamos de madrugada”, cargó el magistrado.

“No puedo imaginar que tenga tanta saña y maldad”, dijo el Bernardi y es por eso que pide que se lo investigue màs allá de saber si continuarà detenido o no.

Otro de los puntos que aclaró el funcionario judicial es que no se encuentra en condiciones fìsicas ni emocionales para ser trasladado a Cipolletti para un exámen psicológico. “Además yo ya lo hice cuatro o cinco veces cuando concursé para los cargos en la Justicia. ¿Qué van a descubrir ahora que soy un perverso?”, se preguntó.

Bernardi accedió a hablar ayer con Río Negro desde el patio del cuartel de Bomberos Voluntarios del barrio Lavalle donde se encuentra detenido. Comparte con el personal de esa institución las instalaciones y puede recorrer libremente el predio desde las 9 a las 18. Son los propios integrantes de su familia los que diariamente le llevan comida y los recibe para charlar con ellos.

Si bien su grupo de amigos se redujo bastante. Aclara que se suele sucederle a las personas que estan en estas circunstancias, subraya que igualmente varios de ellos llegan para compartir algunos minutos de charla. Siempre trata de que no sean muchos ya que el espacio es reducido.

“Estoy totalmente tranquilo”, se confesó.


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