Para los trabajadores, un acuerdo con China será el fin de la planta de agua pesada

Es un acuerdo mediante el cual el país asiático hará una nueva usina nuclear que funciona con uranio enriquecido.  Cristian Salas, delegado de la PIAP pidió que se cancele el proyecto. 

Los trabajadores de la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP)  sostienen que  el acuerdo que cerraría el gobierno nacional con China para hacer una nueva usina eléctrica nuclear en Buenos Aires significaría el fin de la planta ubicada en Arroyito y que es un proyecto que afecta los intereses nacionales.

“Es prácticamente un acta de defunción para la PIAP”, sostuvo Cristian Salas, delegado de ATE PIAP.

Según trascendió, el financiamiento sería un 85 por ciento con fondos del país asiático y se ubicará en el complejo Lima de Zarate-Campana. Funcionará con uranio enriquecido que es un elemento que no se produce en Argentina.

“El gobierno nacional no solo no pretende hacer el stock  para las centrales que existen sino que además termina cerrando un acuerdo con el gobierno chino el cual no va a demandar agua pesada. Tampoco demandará los materiales que se hacen acá y  el combustible que fabrica CONUAR , los tubos de circonio​ y afecta a todas las empresas privadas que están preparada para  las centrales del país que son de agua pesada”, expuso.

Marcó que tuvieron la confirmación del acuerdo a través de la  junta interna de Comisión Nacional de la Energía Atómica (CONEA).

“Es tecnología que no se maneja en el país”, declaró y criticó que la  participación Argentina en la construcción de esta central es solo de un 15 por ciento”.

Salas lamentó la decisión el año pasado del gobierno nacional de suspender la construcción de la cuarta central nuclear Atucha III . Se mantuvo en aquel entonces el proyecto de la quinta central  que no demanda agua pesada.

“Desde el 2017 no se produce nada en la PIAP y  ahora sólo se está haciendo un trabajo de mantenimiento y conservación de la planta”, apuntó el dirigente.

El delegado indicó que  el Ejecutivo provincial les informó que Nación confirmó que durante la gestión actual  “no se va a producir más agua pesada”.

El año pasado por las circunstancias que atravesó la planta graficó que “se fueron  más de 150 compañeros,  algunos despedidos como en el sector del comedor, y otros  porque han decidido migrar”.

“Desde el punto de vista de lo salarial tenemos un horizonte de dos meses. De ahí en adelante no está comprometido. Ya se cobró el mes de abril”, agregó Salas.

Una de las soluciones que se planteó desde el ejecutivo provincial  para la planta de agua pesada de Arroyito es  reconvertirla  en una planta de fertilizantes.  Se trata de una inversión de 500 millones de dólares y todavía no hay quien se haga cargo de esta obra.

”Alejandro Monteiro (ministro de Energía y Recursos Naturales de Neuquén) nos comunicó en una reunión que hasta ahora no han encontrado inversores para hacer una reconversión de la planta y empezar a producir fertilizantes”, dijo Salas.

Desde la agrupación “Por la Dignidad de los Trabajadores del Estado”  del gremio ATE pidieron que se cancele el proyecto con el país asiático porque es “contrario a nuestros intereses como pueblo y como Nación; cierra fuentes de trabajo, endeuda al país, nos hace dependientes de tecnología e insumos del exterior en un tema estratégico como es la energía”.


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