Aventuras de pesca: de una gran trucha marrón en la Patagonia a un furioso dorado en el norte

Tras pescar una gran trucha marrón en el lago Aluminé en Neuquén, el guía Ricardo Maorenzic fue tras los dorados del río Dulce en Santiago del EsteroAquí comparte el relato y las fotos de su doble aventura con los peces con los que todos sueñan.

A finales de septiembre y comienzos de octubre, después de la pesca de truchas en los lagos habilitados todo el año que nos ofrece la cordillera en las cercanías de Villa Pehuenia Moquehue (el Aluminé, el Nompehuen, el Moquehue y el Pulmarí), con el aumento de las temperaturas viajamos al norte de nuestro país para ir en búsqueda de los dorados. En esta oportunidad, en el místico y majestuoso río Dulce en la hermosa provincia de Santiago del Estero.

El campamento de pesca a orillas del río Dulce en Santiago del Estero.

Nuestro ambiente por tres días serían las aguas del río Dulce, rodeados de monte santiagueño, algarrobos, tierras coloradas y aves, muchas aves entre charatas y perdices cardenales y un sinfín de cantos que adornan el atardecer sobre los arenales del gran río y un pez que por su entrega, saltos y feroz pelea está en los sueños de todo pescador deportivo.

Después de la pesca, la devolución.

Las truchas y los dorados son las dos especies más codiciadas por los pescadores deportivos en nuestros ríos a lo largo del territorio. Generalmente el pescador de dorados también lo es de truchas. Si bien son distintos, son muy similares en muchos aspectos. Y pescar dorados con mosca es una sensación sin igual por la adrenalina y pasión que genera.

Aunque las técnicas y equipos para la pesca de dorados y truchas tienen diferencia no debemos olvidar que ambos son salmónidos depredadores por excelencia y son consumidores primarios dentro de la cadena alimenticia.


Tanto en invierno como a principios de temporada las aguas están frías por lo qué pescaremos con streamers y líneas de hundimiento.

La magia de los lagos de la cordillera neuquina. Aquí, el Moquehue.

Tuvimos excelentes respuestas en los profundos veriles del lago Moquehue con truchas muy potentes tanto arco iris cómo fontinalis. Eran truchas de muy buenos portes y usamos moscas de gran volumen en colores oscuros.

Ricardo y una trucha marrón en el Aluminé.

También un gran pique en aguas del lago Aluminé, un macho grande de trucha marrón capturado en el invierno que picó cerca de la costa en un veril profundo de una pared de piedras, un excelente trofeo bien proporcionado y sano con una pigmentación y genética óptima.

El momento de la devolución de unas de las truchas, una fontinalis.

Ya palpitando una nueva temporada de truchas en Patagonia norte con niveles de aguas óptimas para la pesca será un noviembre excelente. Las nevadas tardías dieron un respiro, si bien para el verano promediando enero seguramente tengamos cursos bajos y caudales pobres.

Por eso, será clave para el éxito noviembre y diciembre. Muchos pescadores deportivos pondrán sus fichas al inicio de temporada donde tendrán más ambientes para elegir y en condiciones ideales para la pesca.


En cuanto al dorado se utilizó equipos número 8 potentes de acción rápida con línea de flote y terminal en chicote de acero de 40 libras para no tener sorpresa en caso de conectar uno grande.

Un gran dorado en el río Dulce. Aquí, Ricardo con su padre.

Y por suerte eso se me dio, con una deriva larga entre dos palos en medio del río y una llevada colosal para clavar y ver el salto de un gran dorado del otro extremo de mi caña. Adrenalina y una batalla inolvidable para coronar mi trofeo y de nuevo al agua con el corazón lleno de oro y de saber que hay premio cuando se hacen las cosas bien.


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