Desobedeció nueve veces una orden judicial para violentar a su expareja en Catriel

La justicia homologó el acuerdo que derivó de un juicio abreviado y lo condenó a un año de prisión en suspenso.

En el lapso des tres semanas, un hombre de Catriel desobedeció nueve veces una orden de restricción de acercamiento hacia su expareja con el propósito de intimidarla y amenazarla. Los reiterados delitos concluyeron con el acuerdo en un juicio abreviado que culminó con una condena en suspenso para el hombre que trabaja en una remisería de dicha localidad.


Fue declarado culpable por los delitos de violación de domicilio (tres oportunidades), desobediencia a una orden judicial (nueve veces) y amenazas simples, en concurso real y contexto de violencia de género.

Fueron por cuatro hechos en los que el condenado desautorizó la orden de la jueza de Paz Georgina Garro y ejerció violencia de género contra la mujer. Finalmente el juez de juicio Guillermo Merlo homologó el acuerdo que fijó una pena de un año en suspenso y una serie de condicionamientos para el condenado.

Si bien la víctima contaba con el botón antipánico, que lo utilizó en uno de los hechos, la situación pone en evidencia las dificultades que tiene el sistema para controlar las restricciones de acercamiento.

Fuentes consultadas indicaron que no hay recursos en Catriel para hacer frente a la gran cantidad de órdenes judiciales en contexto de violencia de género. «No se pueden hacer todos los rondines dispuestos porque no hay personal», indicaron desde la fuerza policial.


Los hechos



Según consta en el fallo judicial, el 15 de enero pasado, el hombre escaló el portón de 1,80mts que hay en la vivienda de la mujer y se dirigió hasta la ventana de la habitación. Al percatarse que la victima se encontraba filmando la escena se retiró.

Sin embargo, una hora más tarde, a las 3 am, volvió a presentarse en el domicilio y desde la parte externa del portón comenzó a gritarle a la víctima: «Vení, quiero hablar con vos».

Ese mismo día, pero más tarde, volvió a subir el portón mientras la mujer dormía, abrió la ventana de la habitación y finalmente se fue. Al mediodía regresó y comenzó a insultarla.


Cinco días más tarde, llamó por teléfono a la víctima para amenazarla: «Te voy a cagar a tiros». Minutos más tardes circuló en un vehículo por afuera de la vivienda. Esta vez la mujer activó el botón antipánico.


El 27 de enero, el hombre hizo el mismo procedimiento. Circuló por afuera de la vivienda a bordo de un Ford Focus para intimidarla. Finalmente el 7 de febrero a las 6.30 am regresó a la casa de la mujer, trepó el portón, abrió la persiana, corrió el vidrio y comenzó a intimidarla.

En horas de la noche del mismo día, a las 21 , circuló por afuera del domicilio de la víctima a bordo de un vehículo. Los hizo en reiteradas oportunidades en esa jornada.


En el lapso des tres semanas, un hombre de Catriel desobedeció nueve veces una orden de restricción de acercamiento hacia su expareja con el propósito de intimidarla y amenazarla. Los reiterados delitos concluyeron con el acuerdo en un juicio abreviado que culminó con una condena en suspenso para el hombre que trabaja en una remisería de dicha localidad.

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