La fiscalía investigará la represión en un pabellón ejemplar de la Unidad 11 de Neuquén
Además la jueza de Ejecución ordenó que no regresen a ese ámbito cuatro internos que lideraron los incidentes. Los hechos ocurrieron el día que asumió el nuevo jefe del centro de detención.
El pabellón 9 de la Unidad de Detención 11 de Neuquén es uno de los considerados ejemplares. Los internos quieren que les permitan implementar un régimen de autodisciplina, y tienen algunos elementos mínimos que les suma puntos en la resocialización. Pero el 24 de enero fue el epicentro de un conflicto que terminó con heridos y artículos destruidos, según se reveló en una audiencia realizada este lunes.
La mañana del 24 el comisario Ruiz Díaz asumió como nuevo jefe de la Unidad. Y a la tarde comenzó el conflicto con un detenido en el pabellón 9 a quien le negaron el permiso para concurrir a un centro hospitalario a visitar a su madre, internada en estado crítico con covid.
Visitas prohibidas
Hubo una gestión poco feliz de la situación. El fiscal jefe Pablo Vignaroli dijo en la audiencia de ayer que las autoridades de la cárcel autorizaron la salida del interno, pero la conducción del centro de salud informó que estaban prohibidas las visitas a los pacientes. Esa información circuló demasiado tarde.
La defensora pública Eliana Lazzarini, por su parte, relató que le transmitió personalmente al interno que la decisión de impedirle la visita a su madre era de las autoridades del centro donde se encontraba internado.
Añadió que el detenido lo comprendió, al igual que la mayoría de los alojados en el Pabellón 9. Pero la información demoró en circular, y tres detenidos que son conocidos por su conducta conflictiva promovieron una revuelta.
Eso desató la represión, que tuvo dos etapas: el lunes 24 los penitenciarios recuperaron de manera violenta el control del pabellón, y al día siguiente el grupo de requisa revisó las instalaciones sin la presencia de un veedor, como es de práctica.
«Nos molieron a palos»
A la audiencia, dirigida por la jueza de Ejecución Raquel Gass, asistieron tres internos. «La requisa procedió como correspondía, porque las cosas se habían salido de control», dijo uno de ellos. Pero de inmediato relató: «nos molieron a palos, nos tiraron con balas de goma, con gas pimienta, y cuando todos nosotros estábamos en el patio, boca abajo, se metieron en el pabellón sin que haya un veedor».
Agregó: «nos rompieron la ropa, nos tajearon 16 pares de zapatillas, se llevaron los cargadores para los parlantes con los que escuchamos música».
Sobre este punto, el comisario Ruiz Díaz aseguró que encontraron dos teléfonos con capacidad de conectarse a internet, lo cual está prohibido. «Para eso eran los cargadores», aseveró.
La defensora Lazzarini en tanto pidió, sin éxito, que le permita exhibir las zapatillas rotas.
El fiscal jefe Vignaroli, acompañado en la audiencia por la asistente Natalia Lacoste, dijo que abrirá una investigación por estas denuncias sobre el accionar de la requisa.
La resolución judicial
La jueza Gass, quien escuchó a los representantes de la fiscalía, la defensa y a los tres internos que asistieron a la audiencia, ordenó que los elementos secuestrados sean devueltos a un familiar designado por los propios detenidos.
También le recordó al jefe de la Unidad 11 que las requisas de los pabellones se deben hacer con la presencia de un veedor.
Por último, dispuso que los cuatro detenidos señalados como más conflictivos sean alojados en otro sector, para mantener la buena convivencia en el Pabellón 9.
El pabellón 9 de la Unidad de Detención 11 de Neuquén es uno de los considerados ejemplares. Los internos quieren que les permitan implementar un régimen de autodisciplina, y tienen algunos elementos mínimos que les suma puntos en la resocialización. Pero el 24 de enero fue el epicentro de un conflicto que terminó con heridos y artículos destruidos, según se reveló en una audiencia realizada este lunes.
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