Pidieron declarar culpable a la mujer imputada de matar a Micaela y la defensa la absolución

La fiscal del caso alegó que se demostró en el juicio contra Angélica Paine que es la autora del homicidio de la joven madre de Bariloche, a partir de indicios inequívocos y prueba científica. La querella adhirió. El defensor oficial replicó que solo tienen conjeturas.

«Consideramos que Angélica Paine es la responsable del homicidio de Micaela (Bravo). No hay otra autora. Hay indicios inequívocos”, sostuvo este jueves la fiscal Betiana Cendón, en el cierre de su alegato ante el tribunal. “Micaela Bravo sufrió una emboscada mortal”, advirtió. Recordó que a la víctima se la vio por última vez con vida con la acusada. Por eso, solicitó a los jueces declarar responsable a la imputada por la muerte de Micaela que calificó como un homicidio simple.

El apoderado legal de la querella Luis María Terán Frías adhirió al planteo de la fiscal. Destacó que durante el juicio se demostró la culpabilidad de Paine. “Hay prueba científica que respalda la prueba indiciaria”, enfatizó.

En cambio, el defensor oficial de la acusada, Marcos Cicciarelo, planteó a los jueces que la fiscalía y la querella no lograron demostrar con pruebas y con la certeza necesaria para condenar a una persona que Paine fue la responsable del homicidio. Para el defensor oficial “es un crimen que no se explica”.

Aseguró que él probó en el juicio su teoría del caso que desvincula a la acusada del homicidio de Micaela. “La fiscalía nos trae suposiciones, conjeturas, pero nada concreto”, observó el defensor.

Los jueces Marcos Burgos (presidente del tribunal) y los jueces Víctor Gangarrosa y Sergio Pichetto escuchaban atentos y tomaban nota.

Cendón se preguntó: ¿por qué Paine nunca declaró en el juicio?, ¿por qué no dijo que era inocente?, ¿por qué nunca admitió haber sacado del jardín a Micaela?, ¿por qué sus hijos prefirieron callar y no defendieron a su madre?

Para la fiscal del caso, Paine retiró entre las 13.50 y las 14 del 23 de marzo de 2016 a Micaela del jardín Mundo Nuevo del barrio 2 de Abril. Destacó que así lo declararon doce testigos en el juicio.

Y citó amenazas que testigos atribuyeron a Paine, que es la madre de Carlos Colipi, novio de Micaela en ese momento. “Que no te sorprenda que Micaela aparezca en una zanja y yo presa”, citó Cendón que había dicho una testigo. También mencionó la declaración de la psiquiatra forense del Poder Judicial Verónica Martínez, que hizo la autopsia psicológica de la víctima.

Martínez explicó que Paine era el único riesgo para Micaela por el enojo que tenía por la relación de su hijo Carlos con la joven que se había separado de su esposo Patricio Vargas, con quien tuvo tres hijos.

Cendón indicó que el celular de Micaela se apagó en la zona del barrio 2 de Abril y nunca se volvió a activar. Mencionó que a las 15 del 23 de marzo, Paine limpiaba la vereda. Sostuvo que los peritos indicaron que la joven sufrió una herida compatible con una puñalada y que murió por un edema pulmonar provocado por una hemorragia interna.

Recordó que el cadáver fue hallado el 6 de abril, en horas del mediodía, a 750 metros en línea recta del lugar donde la habían visto por última vez.


La teoría de la fiscalía y la querella

Para la fiscal, Paine cometió el crimen el 23 de marzo de 2016 tras retirar a Micaela del jardín. Según la fiscalía, la imputada llevó a la joven de 28 años hasta su casa, que estaba a pocos metros del jardín y no tenía ni cerco. Allí, la hirió de muerte y trasladó el cuerpo en el carro, que usaba para recolectar leña hasta ese descampado que conocía porque lo frecuentaba. Se deshizo del cuerpo que dejó ocultó entre unos arbustos. La querella coincidió con esa teoría.

Cendón valoró la prueba con luces Foster que permitió detectar las mismas sustancias en la ropa que tenía la víctima y en botas, cuchillo y en el carro de la acusada, cuando allanaron su domicilio dos años después. Porque en el primer allanamiento que se hizo a los dos días de que Micaela había desaparecido no hallaron nada, como destacó el defensor. Y reiteró que varios testigos señalaron que Paine había amenazado varias veces a la joven.

La fiscal cuestionó el informe que había hecho una empleada policial del gabinete de Criminalística que indicaba que había rastros de una zapatilla en el hotel de Villa Mascardi, que se correspondía a la que Micaela tenía puesta. Dijo que peritos desvirtuaron ese informe por el poco rigor con el que se había elaborado.

Citó a uno de los testigos que advirtió que sería imposible sacarle la zapatilla apoyarla en Villa Mascardi para dejar la huella y volver y colocársela de nuevo a la víctima muerta en el descampado, donde encontraron su cadáver en Bariloche. Por eso, afirmó que Paine es la responsable del homicidio.


La postura de la defensa

Cicciarelo advirtió a los jueces que la fiscalía solo tiene “rumores, conjeturas, indicios”. Y señaló que hay pruebas que confirman la teoría de la defensa. Recordó que la portera del jardín declaró que vio a Micaela regresar al establecimiento después de que se había ido con Paine. Lo mismo declararon otros dos testigos.

Advirtió que en el pulgar derecho de Micaela hallaron rastros de un cromosoma Y, que no coinciden ni con Vargas ni allegados a su familia ni a la de la víctima. “No se sabe de quién es la identidad del cromosoma”, indicó.

Señaló la huella de la zapatilla en Villa Mascardi que era la que tenía Micaela al momento de su desaparición. Sostuvo que hubo personas sospechadas de “plantar pruebas” durante la investigación y los relacionó con Vargas, pero no hubo nadie acusado de eso.

Por eso, reafirmó “la inocencia de Paine”. Mencionó que hay dos ADN incompletos de personas que los encontraron en un cordón de la zapatilla.

Objetó la prueba científica de las luces Foster. “Son pruebas orientativas, pero no alcanzan para demostrar una prueba de certeza como para una condena”, aseveró.

Recordó los antecedentes de violencia de Vargas. Aunque la fiscal y la querella replicaron que a Vargas se lo investigó, se le intervino el celular (sin que él lo supiera) para conocer sus conversaciones, se lo vigiló con policías por toda la ciudad, se lo allanó en su domicilio, le secuestraron el auto en busca de evidencias que lo comprometan y no encontraron nada.

Si embargo, Cicciarelo sostuvo que testigos señalaron que Micaela le tenía miedo. “No estoy diciendo que sea el autor del hecho”, aclaró el defensor.

“No hay ningún motivo que permita justificar una condena contra Paine”, sostuvo. Y señaló que Paine no declaró en el juicio por consejo de él. Y concluyó: “Hay que hacer malabares en zancos para sostener la teoría de la fiscalía”. Por eso, pidió a los jueces la absolución de la imputada.

Antes de que se cierre la audiencia, Burgos le concedió la última palabra a Paine, que optó por mantenerse en silencio. La imputada llegó al juicio en libertad. La sentencia se conocerá el 4 de agosto a las 12 tras la feria judicial de dos semanas de este mes.


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