Análisis de Río Negro: Un triunfo oficial, con un resultado que quedó demasiado corto

Es un logro histórico, por la tercera gobernación, pero con sabor a poco para JSRN. Ahora se viene el tiempo de transición con Carreras.

Alberto Weretilneck fue el candidato más votado y, en consecuencia, será el primer gobernador rionegrino con tres mandatos.

Ni ese logro histórico salva a JSRN de la inocultable decepción de un triunfo con sabor a poco, especialmente a partir de las expectativas alentadas, de un andar casi sin oponentes de envergadura y de los vaticinios de las encuestas, que lo ubicaban arriba del 50% y la ilusión de acercarse al 60%.

El respaldo, finalmente, fue del 42%. Cuatro años antes, en el 2019, la boleta oficial llegó casi al 53%, cuando fue electa Arabela Carreras, pocos días después de que el hoy senador fuera inhabilitado por la Corte Suprema.

Además, en lo doméstico, JSRN retuvo el municipio de Cipolletti pero, en el tramo a la Gobernación, Aníbal Tortoriello seguía arriba, por margen ajustado y faltando pocas mesas.

En lo electoral, el resultado del “Gran Acuerdo” no fue lo esperado para el oficialismo. Sus aliados, el PJ y la UCR, sumaban mientras restaban. La ingeniería adoptada tenía un alto riesgo parlamentario: el derrame de los votos de la fórmula compartida. Así ocurrió y la bancada verde no será lo mismo, con diez legisladores menos, aunque Nos Une y la UCR prometan alinear a los siete suyos.

Weretilneck si tuvo razón cuando detectó que perdía gran parte de su electorado antikirchnerista. Recalculó su mensaje proselitista, pero fue tarde. Anoche, explicó la merma del apoyo calculado en los conflictos estatales.

En su debut provincial, el cipoleño Tortoriello, con Cambia Río Negro, llegó al 24% y algo más del 9% recayó en Ariel Rivero, con su partido Primero Río Negro, anclado en la imagen del libertario Javier Milei.

El peronismo tuvo su interna encubierta. El PJ, que se alineó detrás de la estrategia acuerdista del senador Martín Doñate, aventajaba a Vamos con Todos, con Silvia Horne y los de Soria. Ambos superaban ajustadamente el 10% y Unidad para la Victoria, con Gustavo Casas, no llegó al 5%.

Falta -esencialmente- la mirada para adentro del oficialismo, con la evaluación de los yerros que concluyeron esta victoria devaluada, que Weretilneck encuadró anoche en su “sistema” de consensos por fundar, con sus actores nuevos.

Queda, además, explorar en las actitudes y emociones que marcarán la larga transición que se abrió entre Carreras y Weretilneck, quienes no ocultan sus viejas discrepancias.

Ayer, la gobernadora insistió que quiere “mucho diálogo” mientras que el aún senador reiteró, entre los festejos, que no se hará cargo -anticipadamente- de los infortunios del gobierno.

Anoche, con el recuento, el gobernador electo confirmó que la política siempre es una contingencia.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios