Análisis: una denuncia de coimas a la ligera que nos lleva 23 años atrás

“Para convencer a los senadores tenemos la Banelco”. La frase, que pronunció el sindicalista Hugo Moyano, es más famosa que su protagonista, el entonces ministro de Trabajo Alberto Flamarique, que buscaba que el Congreso sancionara una ley de flexibilización laboral pretendida por el presidente Fernando de la Rúa. En pleno escándalo, que incluyó la renuncia del vicepresidente Chacho Álvarez, Silvia Sapag, que por esos años también era senadora aunque por el MPN, denunció que también corrían coimas para la aprobación de una nueva ley de hidrocarburos.

Lee También

Moyano ratificó la frase de Flamarique: “Para los senadores tengo la Banelco”

Sapag declaró en la Justicia que su par salteño Emilio Cantarero le dijo que otro senador Juan Melgarejo (UCR de Santa Cruz) “está más pirata que yo”, con el gesto de taparse un ojo con la mano, a modo de parche.

El rionegrino Remo Costanzo, que murió este martes, fue uno de los procesados por el resonado caso de las coimas. La causa estuvo 15 años abierta hasta que Casación la cerró. La denuncia de Silvia Sapag quedó en la nada.

La denuncia de coimas a cambio de la ley laboral tuvo incluso un arrepentido, el secretario parlamentario Mario Pontaquarto, pero nunca se supo la verdad ni hubo condenas. La norma se aprobó ese mismo año y se derogó en 2004.

Ahora es el presidente Javier Milei el que acusó a los legisladores nacionales que se resisten a convalidar el decreto de necesidad y urgencia que avanza sobre centenares de leyes con un plan de ajuste y desregulación de la economía, de pretender una coima, un soborno, a cambio de su voto.

No hizo la denuncia sino que lo dijo en una de esas complacientes entrevistas que le concede a selectos periodistas. La acusación puede volvérsele en contra, ¿quién querría ahora cambiar de parecer? Le atribuyen a Napoleón la frase: “Cuando tu enemigo esté ejecutando un movimiento en falso, nunca lo interrumpas”.