Balotaje: el camino del voto desde que entra a la urna hasta que termina el recuento definitivo

El escrutinio definitivo es el único con validez legal. Sólo se reabren las urnas cuando existen razones fundadas por problemas con el acta.

El proceso de escrutinio electoral en Argentina es un procedimiento detallado y minucioso que se inicia el día de las elecciones y culmina con el resultado definitivo semanas después. Tras las denuncias infundadas de supuesto fraude en la previa del balotaje es importante hacer un respaso de cómo es el proceso del escrutinio electoral, desde la mesa al resultado definitivo.

Tras la primera vuelta circularon en redes sociales denuncias sobre presuntas irregularidades en el escrutinio -como telegramas con errores y supuestos números que no cierran- pero que no se formulaorn como tales ante la Justicia. De igual manera, el tema generó interés por conocer el «paso a paso» para comprender el proceso electoral en profundidad. Acá explicamos, en detalle cómo se desarrolla el escrutinio, desde la mesa de votación hasta el resultado final, según informó el medio digital «Chequeado».


El Primer Paso: El Escrutinio de Mesa


Entre las 8 y las 18 horas del domingo electoral, los electores se dirigen a sus centros de votación designados para emitir su sufragio. Cada mesa de votación está compuesta por autoridades de mesa, ciudadanos seleccionados aleatoriamente por la Justicia electoral, y fiscales partidarios, quienes representan los intereses de los partidos que compiten en las elecciones. Los electores depositan sus votos en sobres proporcionados por las autoridades y los introducen en una urna.

El escrutinio de mesa es el primer paso y se inicia una vez que se cierra la jornada electoral. Aunque todos los electores registrados en una mesa hayan votado, no se puede comenzar el escrutinio antes de las 18 horas.

El presidente de mesa y sus auxiliares verifican cuántos votantes participaron y luego abren la urna. Se cuentan los sobres y se registran los votos para cada agrupación y categoría, siempre en presencia de los fiscales partidarios.

Los resultados de este escrutinio se documentan en tres elementos clave: el acta de escrutinio, el certificado de escrutinio y el telegrama de escrutinio. Estos documentos desempeñan un papel vital en los escrutinios posteriores: el provisorio y el definitivo.


El Segundo Paso: El Escrutinio Provisorio


El escrutinio provisorio es el primer conjunto de resultados que se publica la noche de las elecciones, pero carece de validez legal. Este proceso está a cargo de la Dirección Nacional Electoral, un organismo dependiente del Poder Ejecutivo Nacional, y su objetivo es proporcionar resultados a la ciudadanía el mismo día de las elecciones.

Sin embargo, la elección de cargos, tanto ejecutivos como legislativos, se basa en el escrutinio definitivo, realizado por la Justicia electoral.

En el escrutinio provisorio, el documento crucial es el telegrama, confeccionado por el presidente de mesa y firmado por los fiscales partidarios presentes. Los telegramas son transmitidos al Centro de Cómputos, donde se cargan y sistematizan los datos. Aunque los resultados del escrutinio provisorio cubren la mayoría de las mesas, una pequeña proporción de telegramas no se envía, contiene errores o queda incompleto.


El Tercer y Último Paso: El Escrutinio Definitivo


El escrutinio definitivo es el proceso con validez legal que realiza la Justicia Nacional Electoral, comenzando 48 horas después de la finalización de las elecciones. Durante esta etapa, se utilizan dos documentos restantes: el acta de escrutinio y los certificados de escrutinio.

Una vez finalizado el recuento en los centros de votación, los datos se registran en el acta de escrutinio, los certificados de escrutinio y el telegrama. Los telegramas se entregan al personal del Correo Argentino para el escrutinio provisorio. La urna se cierra con una faja de seguridad firmada y se guarda con un certificado de escrutinio en su interior.

El acta de escrutinio se guarda junto con otros documentos (padrón, acta de apertura y acta de cierre) en un bolsín plástico precintado. Tanto la urna como el bolsín se entregan al Correo, que los envía al lugar donde la Justicia electoral de cada distrito realiza el escrutinio definitivo. Además, se entregan certificados de escrutinio a los fiscales partidarios, que los utilizan para cuestionar los votos recurridos.

El escrutinio definitivo se basa en el total de las urnas de todo el país, incluyendo aquellas mesas cuyos telegramas no se enviaron el día de las elecciones o quedaron incompletos. Sin embargo, no implica abrir las urnas y contar los votos nuevamente, uno por uno. Se realiza en función de las actas de escrutinio, que están fuera de las urnas, y los fiscales evalúan la validez de dichas actas. En la mayoría de los casos, el escrutinio se basa en las actas sin abrir las urnas.

La Justicia puede determinar la reapertura de una urna cuando no hay acta o cuando ha sido adulterada, o cuando no coincide con el telegrama o el certificado de algún fiscal. Pero en la mayoría de los casos el escrutinio se basa en el acta sin abrir las urnas.

Con información de Chequeado


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