Los cambios en Ingresos Brutos generan resistencia en Río Negro
Se eliminó la bonificación para los contribuyentes cumplidores y el sector privado acusa un fuerte impacto. Provincia ratifica la medida y su legalidad.
La quita de la bonificación a los contribuyentes cumplidores del impuesto a los Ingresos Brutos en Río Negro genera resistencia y demandas de una revisión por parte del sector privado, que califica la medida como un “impuestazo”, de alto impacto en sus finanzas y que podría tener consecuencias a partir de febrero.

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La Federación de Entidades Empresarias de Río Negro (Feern) junto a las cámaras comerciales del Alto Valle en diciembre, cuando se debatían los cambios impositivos en la Legislatura, dieron el grito en el cielo por el recorte del beneficio que reducía la alícuota, en algunos casos como el comercio del 5% al 3,5%. Y más próximos a la primera liquidación, que llegará entre fines de enero y comienzos de febrero, se plegó a los reclamos la Federación de Empresas y Entidades de Bariloche y Zona Andina (Feeba), la Cámara de Turismo y la Asociación Hotelera de Bariloche.
Pero el Gobierno ratificó los cambios y descarta que se trate de un “impuestazo”, como lo definió ayer la entidad empresaria cordillerana.
Alejandro Palmieri, el titular de la Agencia de Recaudación Tributaria, remarcó ante Diario RÍO NEGRO que “no existe un aumento de la alícuota, lo que hay es una eliminación de una bonificación por cumplimiento que estaba desde hacía años y que no existe en ninguna otra provincia”.
La ley sancionada en diciembre por mayoría, con rechazo opositor, establece el quite de una bonificación del 10, 20 y hasta 30% que se aplicaba a distintas actividades Pyme de la economía provincial.
El titular de la agencia remarcó que Río Negro “mantiene las alícuotas por debajo de los topes establecidos en el pacto fiscal del 2021”, que es el convenio vigente por el cual se fijaron máximos permitidos en los impuestos. En la agricultura, ganadería, pesca, la provincia tiene una alícuota 0% cuando el tope es del 0,75%; en hotelería y restaurantes asciende al 4% y el tope llega al 4,5%; y en transporte el consenso fiscal fijó un 2% y en Río Negro se dividió en transporte de pasajeros con el 1% y carga el 2%. En el comercio minorista y mayorista se aplica el máximo del 5%.
“No existe en otra provincia una bonificación por cumplimiento, como no existe un premio por pagar al día el IVA”, comparó Palmieri e insistió en la “legalidad de la medida y cumplimiento del pacto fiscal”.
Palmieri exhibió los números del impacto real: del universo de unos 157.000 contribuyentes que pagan Ingresos Brutos, la bonificación —según las declaraciones juradas de noviembre y diciembre— se aplicó a 9.400 contribuyentes, principalmente comercios y empresas de servicios. De ese total de beneficiarios, 2.800 están inscriptos en convenio multilateral, es decir que venden sus servicios en Río Negro y otras provincias; y de ellos 1.000 son empresas no radicadas en la provincia.
«Implica un 42,86% más en Ingresos Brutos»
Leonardo Marcasciano, presidente de la federación de Empresas de Bariloche, por su parte, señaló el impacto en el comercio y graficó ante Diario RÍO NEGRO que ese 1,5% que se cobra (quitando la bonificación) “implica un 42,86% más en Ingresos Brutos para un comercio, es decir que por ejemplo de un pago mensual de 1,7 millones de pesos pasará a pagar 2,5 millones de pesos y esa diferencia en el año va de 21 millones de pesos a 30 millones de pesos” de pago del impuesto.
“El impuesto sobre los Ingresos Brutos es muy regresivo y con este aumento del 42,86% en el monto anual podría ser insostenible para muchos negocios, que operan con márgenes de ganancia muy ajustados y que vienen de un año de aumentos en tarifas y alquileres”, apuntó.
A esta situación, Néstor Denoya, presidente de la Cámara de Turismo de Bariloche, le agregó que el comercio y el sector turístico en general en la región tiene “además del inconveniente impositivo, la competencia con Chile y el efecto de la baja en las ventas” .
También Martín Lago, presidente de la Asociación Hotelera, mencionó el impacto en su sector que tiene una alícuota del 4% y con la bonificación se reducía a 3,2%. “Probablemente frente a estos saltos impositivos se trata de trasladar el valor a los precios, pero con un mercado en retracción es imposible y lo tiene que absorber el sector, y eso se traduce en demoras en inversiones de infraestructura, en capacitación al personal”.
También el sector privado advierte en los “riesgos” para la provincia en el cumplimiento del tributo y cuestionan que Río Negro “vaya a contramano de la política fiscal implementada a nivel nacional”.
A las cámaras empresariales le comenzaron a llegar reclamos y consultas de sus asociados que ya evidencia el impacto de los impuestos, no solo Ingresos Brutos sino también inmobiliario y automotor.
Marcasciano indicó que generaron contactos con el gobernador Alberto Weretilneck. Ahora esperan que “en la reglamentación esté la oportunidad de algún beneficio particular. Es una decisión política”, afirmó.
La quita de la bonificación a los contribuyentes cumplidores del impuesto a los Ingresos Brutos en Río Negro genera resistencia y demandas de una revisión por parte del sector privado, que califica la medida como un “impuestazo”, de alto impacto en sus finanzas y que podría tener consecuencias a partir de febrero.
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