Los jueces no iban a la cárcel cuando hubo presos políticos, dijeron dos sobrevivientes
El Tribunal Oral Federal realizó, este miércoles, una recorrida en Neuquén por el edificio de la Unidad 9 donde funcionó un centro clandestino de detención. Lo hizo con sobrevivientes de la represión del gobierno de facto entre 1976 y 1983.
“Me dio frío, hacía mucho frío en junio y recordé que tuve esa incertidumbre y la sensación de estar sola”, dijo Gladis Sepúlveda ayer, al término de la recorrida por la vieja cárcel federal de Neuquén, la ex U9.
Fue durante la inspección ocular que se llevó a cabo por parte del tribunal, integrado por los jueces Alejandro Silva, María Paula Marisi y Sebastián Foglia.
El procedimiento sigue hoy en la sede del juzgado federal civil de Neuquén, en Ministro González y Santa Fe. Allí funcionaba en 1970 el despacho del juez Pedro Duarte, quien junto con Victor Ortiz, están acusados de ser parte del plan de desapariciones y tormentos durante la dictadura militar en la región.
Gladis recordó que la llevó al lugar la policía de la provincia, cuando ella se presentó en la comisaría de Cipolletti.
“Las puertas se cerraban y abrían, hacía mucho frío gritaban: cerrá, abrí”, destacó.
Ella permaneció con parte del público que asistió a la audiencia, detrás de los jueces y las partes, en los pasillos de la ex U9, desbaratada totalmente tras la salida del lugar del Servicio Penitenciario Federal.
EL SPF se llevó todas las rejas y la ventanas, destrozaron marcos y puertas, por lo que el lugar, además de sucio por escombros y los yuyos que crecieron por todos lados en estos años, parece devastado o saqueado.
También se perdieron para siempre las historias grabadas en las puertas, que tanto llamaron la atención cuando se hizo la recorrida oficial por el penal, cuando se produjo el traspaso a la provincia.
Los jueces a cargo del juzgamiento de Duarte y Ortiz escucharon los detalles de Dora Seguel y de Raúl Radonich, los únicos testigos autorizados a describir el lugar durante el procedimiento judicial.
La medida la pidió la fiscalía, que se mostró conforme con la pericia, tras la recorrida.
Radonich testimonió sobre sus 3 meses de permanencia en el subsuelo de la ex U9, donde estaban los buzones de castigo, lugar de depósito de los presos políticos.
Dora describió el pabellón donde estaban las mujeres, en el segundo piso. Allí se encontró con su hermana, Argentina, que había sido secuestrada en Neuquén en 1976.
Dora tenía 16 años cuando la sacaron del secundario y se la llevaron de Cutral Co a la capital. Su hermana Argentina estaba en Neuquén con su mamá, en busca de Arlene, la mayor de las tres Seguel que había sido secuestrada.
Arlene sigue desaparecida. “Por la mirilla ví que estaba Argentina y nos reconocimos a los gritos. Y Alicia Pifarré me dijo su nombre cuando pensaba que nos liberaban. Nos ingresaron por el costado y nos metieron en las celdas individuales. A los dos días nos sacaron por el frente, nos hicieron firmar la libertad y a partir de ahí, fui una desaparecida”, les dijo a los jueces.
Tres meses en buzones de castigo
Raúl Radonich describió que las celdas de castigo eran la mitad del espacio actual en el pabellón del subsuelo, el de los “chanchos” que se usaron para depositar a los presos políticos a partir de 1976.
“Creo que a partir de una indicación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), les agregaron un metro y tuvieron una ventana. Cuando yo estuve, era una puerta pesada con una abertura, por donde pasaban la comida y nada más”, dijo.
Por eso atesoraba, entre otras cosas durante el encierro, los paseos en uno de los patios internos, que también mostró al tribunal.
Estuvo en abril, mayo y junio de 1976 a disposición de la subzona 52, la denominación interna de los militares en el Alto Valle en el mapa de los centros clandestinos y del plan sistemático de persecución durante la dictadura.
Durante la detención no lo visitó ni un abogado, ni un juez, respondió ante la consulta durante la inspección ocular.
La inspección fue solicitada por la fiscalía, que buscó generar un contexto de lugar a los jueces, que son de Bahía Blanca, Mendoza y Roca
Hubo mujeres en la ex U9 durante la dictadura
15 mujeres fueron detenidas por motivos políticos en la ex U9 de Neuquén, una de ellas sigue desaparecida y una bebé nació en el lugar durante la represión.
El viejo edificio fue señalado como sitio de Memoria y existe un proyecto sin ejecutar que prevé la transformación del predio para integrarlo a la ciudad, con la señalamientos de lo que ocurrió durante del terrorismo de Estado. No sólo eran retirados para ser llevados a la tortura, sino que hubo prácticas de tortura en el lugar.
“Me dio frío, hacía mucho frío en junio y recordé que tuve esa incertidumbre y la sensación de estar sola”, dijo Gladis Sepúlveda ayer, al término de la recorrida por la vieja cárcel federal de Neuquén, la ex U9.
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