Juicio Escuelita: duro cruce de las defensas a las víctimas por los delitos cometidos por civiles

La audiencia en Neuquén finalizó en medio de un escándalo por el testigo-víctima que identificó al exjuez  Pedro Duarte y al exfiscal Víctor Ortiz enlistados en la represión. El 17 de mayo se inicia la etapa testimonial en favor de los acusados.

«Estuve detenido por la subversión, me aplicaron la 20.840, ¿o no vio el expediente?», le replicó en fuerte tono a la defensa pública Onofre Mellado, sobreviviente a las torturas durante la última dictadura cívico militar. Al testigo le realizaron varias preguntas inducidas en las que se esperaba una respuesta positiva, tras la muletilla de que «si era correcto» decir que el operativo de secuestro fue por un sumario y «si era correcto» decir que otras personas que estuvieron con él en la delegación de la policía federal no fueron colgados de los árboles, como él lo declaró por su caso.

La última jornada de audiencia en el juicio por delitos de lesa humanidad en Neuquén en la que se presentó la prueba del bloque acusador, se desarrolló en un ambiente que tensión que se percibió en la sala. Hubo cruces entre las defensas públicas y la fiscalía y un tono de reproche del juez Alejandro Silva, que presidió la audiencia porque la juez María Paula Marisi y Sebastián Foglia estaban conectados desde la plataforma virtual.

Onofre Mellado era empleado del Juzgado de Paz en Plottier en 1979. Antes vivía en Zapala. Fue secuestrado en Plottier cuando llevaba a su hijo de 7 años a la escuela, en el auto de una tercera persona porque el suyo se había descompuesto.

Dijo haber sido acusado ante los militares por sus compañeras de trabajo, quienes lo habrían señalado como facilitador de documentos para la subversión y que tras esa denuncia, fue detenido en medio de un operativo que tuvo consecuencias para su niño. Detalló que en los 60 había militado en el comunismo, pero para 1976 estaba con el PJ y llevó de forma activa la campaña en favor de Héctor Cámpora.

Tras la detención ilegal, fue golpeado salvajemente en la comisaria de Plottier, torturado en la delegación de la policía federal de Neuquén con simulacros de fusilamiento y colgado de las esposas en los árboles hasta que perdió el conocimiento. También aseguró haber padecido tormentos en la exU9, donde estuvo seis meses en los buzones de castigo y 18 días con los presos comunes.

La defensa pública lo hostigó fuertemente porque el testigo aseguró que, cuando estuvo en la delegación de la policía federal, una persona entró en el lugar donde los interrogatorios se hacían a los golpes y preguntó si ya le habían «sacado algo». Luego la vio en el despacho del entonces juez Pedro Duarte y supo que era el fiscal Víctor Ortiz. En el despacho de Duarte, aseguró haber denunciado las torturas «y como que no las tomaba en cuenta», dijo.

La defensora le cuestionó que no recordara que se había instruido la causa por apremios y le preguntó si era correcto que fue atendido por médicos debido a esas actuaciones de Duarte en el penal, cuando varias veces había respondido no recordar si lo revisaron.

Duarte y Ortiz son los acusados en este juicio en el que la fiscalía y las querellas le endilgan haber sido parte del plan represivo en la región.

Oscar Ragni ratificó las actuaciones judiciales que hizo en busca de su hijo desaparecido. «Seguimos esperando a Oscar todos estos años como esperamos a los 30 mil compañeros», dijo en el inicio ante el tribunal (foto Matías Subat)

A primera hora , testimonió Oscar Ragni, quien describió un episodio también en el despacho del juez federal en Neuquén quien se negó a recibirlo cuando fue con la ex jueza María del Carmen Barrera de Ingelmo y el padre Italo. Habían ido al despacho de Pedro Duarte en busca alguna información sobre el destino de su hijo Oscar Alfredo, secuestrado en la esquina de su casa el 23 de diciembre de 1976.

«A nosotros no nos atendió y salió Ingelmo con mucha tristeza, porque le dijo que no tenía nada que meterse», recordó Ragni.

En rueda de prensa, al término de su testimonio, Ragni planteó que ojalá su testimonio aportara prueba para condenar a los responsables civiles de la dictadura. «Duarte no podía desconocer lo que ocurría. Nos trataba muy mal, todo lo que hice (presentaciones federales y los habeas corpus) está en el expediente, en mi cabeza tengo hoy muchos pensamientos, aunque algunas cosas las tengo grabadas», dijo en la audiencia ante los jueces.

«Es muy lenta la justicia, demasiado. No sé si puede haber una oportunidad para que esto sea más rápido, ya algunos no están. Nunca jamás pedimos la muerte de nadie, no queremos venganza, la prisión de algunos no significa más que actuar como corresponde, de acuerdo a la justicia. Mientras el cuerpo aguante, seguiremos adelante», sostuvo Ragni.

«Ellos eran partícipes del genocidio del 76 al 83, ninguna duda: nos cobraban los hábeas corpus, no nos contestaban o lo hacían fuera de tiempo», reiteró en declaraciones periodísticas.

El juicio sigue con inspecciones oculares que fueron programadas para el 9 y 10 de mayo, mientras que el 17, comenzará la rueda de testimonios planteados por las defensas de los acusados. Según señaló la Defensa Pública, comenzará con testimonios extensos de empleados del juzgado que pedirán que se lean.

Pidieron el cumplimiento de la ley de la Víctima


El hostigamiento al que fue sometido Onofre Mellado, quien situó al exjuez Pedro Duarte y al exfiscal Víctor Ortiz como enlistados en el proceso de represión provocó una airada reacción de la fiscalía que exigió en fuerte tono que no se lo revictimizara durante el debate porque estaba acreditado de que había sido víctima del Terrorismo de Estado en la región.

El Ceprodh cuestionó también fuertemente que la defensa pública lo interpelara sobre por qué no había dado esos detalles sobre los magistrados cuando declaró en 1979 y 1980 e introdujo el cuestionamiento del cobro disponible para las víctimas de la dictadura con posterioridad a 2012, cuando señaló a Duarte y Ortiz.

«Vemos que se repite la actitud hacia víctimas y sobrevivientes, e hicimos un planteo. Como no abren los archivos de la dictadura, si se hace estos juicios es porque la impunidad se cortó con los dichos de los familiares y sobrevivientes. Tuvimos que soportar hoy que preguntaran por qué no denunció en plena dictadura, muchísimos familiares sí lo hicieron y la respuesta de la justicia federal fue siempre negativa: que en 2024 tengan que continuar respondiéndole a las defensas de esos imputados por qué no declararon antes, es puro cinismo e impunidad, sostuvo Mariana Derni.

Mellado luego en rueda de prensa, dijo que «no estaba bien». «No me sentí bien. Anoche no dormí porque era revivir todo nuevamente. Era hora de que Duarte y Ortiz sean juzgados, no puede ser que queden en libertad. Aunque ustedes no lo crean, Ortiz es más milico que Duarte, se ensañaba en que a nosotros pagáramos con tortura, porque es del Opus. Me sentí atacado hoy, como que no tenía que tener ni pensión, es como que le dieran poca importancia a esto», dijo.

Aseguró que cuando comenzaron los juicios por delitos de lesa humanidad «me decidí a denunciar. Venía bajoneado pero ahora estoy bien después de testimoniar contra estos criminales y cómplices».


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