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Mauricio Macri y la interna en Juntos por el Cambio: “No entiendo lo de Larreta. Hay una intencionalidad”

El expresidente respaldó a Luis Juez y fustigó a Larreta por “confundir a los cordobeses” con su propuesta de sumar a Schiaretti. Vaticinó que la oposición irá al balotaje junto con Javier Milei.

El expresidente Mauricio Macri criticó a Horacio Rodríguez Larreta y a Gerardo Morales por propiciar a “destiempo” la sociedad con Schiaretti. El fundador del PRO se mostró alineado con Patricia Bullrich, de quien se muestra en directa sintonía.

Estuvo este martes en Córdoba para disertar en la Bolsa de Comercio y apoyar a Luis Juez como candidato a gobernador por Juntos por el Cambio.

–¿Qué piensa sobre lo que está pasando con el debate sobre la inclusión de Schiaretti a Juntos por el Cambio y cómo cree que debe resolverse?

–Nunca estuve a favor de decisiones improvisadas, superficiales, fuera de tiempo. Claramente, haber pensado que Schiaretti, con la relación positiva que yo tuve como presidente y gobernador, nada más que eso, se hubiese querido sumar hace dos años a decir “bueno, volvió el kirchnerismo y volvió peor que nunca, trabajemos juntos, discutamos propuestas”, desde qué lugar, qué significa el cambio, qué significa modernizar el país, y no haber votado la mayoría de las leyes con el kirchnerismo, que es lo que sucedió (ellos sabrán por qué lo hicieron), sería otro escenario.

–¿Le parece que no es genuino ahora?

–Ahora, faltando unas horas… Ocho días, ocho días… y metiéndose en el medio de un proceso electoral local, faltándole el respeto a nuestros dirigentes, a los candidatos, a los cordobeses… Es no conocer a nosotros (SIC) los cordobeses. No nos gusta que se nos metan así. A decir, “te cambiamos las cosas, te confundimos todo”. Hay una intencionalidad.

–Larreta y Morales dicen que los cordobeses saben votar y que esto no afecta a Córdoba. ¿Usted qué piensa?

–Los cordobeses saben votar, pero no les gusta que se le metan hacer chanchullos en su Córdoba.

–¿Y qué es lo que moviliza a Rodríguez Larreta a hacer esta propuesta de sumar a Schiaretti?

–La verdad que me cuesta entender. De golpe, saltan unilateralmente Morales y Horacio y algunos grupos más de dirigentes a plantear esto sin haberlo hablado previamente. Justamente, el proceso tiene que ser respetuoso. Estamos tratando de construir consensos, confianza, gobernabilidad futura, no puede ser a costa de provocar una crisis dentro de la propia coalición faltando ocho días para el cierre de alianzas.

–Parece por lo que dice que la resolución del caso Schiaretti será por la negativa. ¿Se va a resolver del mismo modo la incorporación de Espert y Stolbizer y si se va a resolver con una unidad garantizada con todos los miembros del espacio adentro?

–Espero que Horacio se siente con Patricia, y si el quiere cambiar reglas en este final tiene que ser de común acuerdo. No se cambian las reglas faltando tan poco sin que la otra parte este de común acuerdo. Eso es lo que arreglamos en la última reunión en la casa de María Eugenia Vidal. Es lo sano, es lo respetuoso, es lo que construye esa confianza que se tiene que recuperar después de las Paso para trabajar todos juntos el día después.

–¿No habrá entonces ingreso de Schiaretti por la fuerza?

–No lo veo porque a Patricia ya la he leído y la he escuchado diciendo que no está de acuerdo y tiene que haber un común acuerdo para que el PRO esté de acuerdo, de lo contrario el PRO no va a estar de acuerdo.

Las posibilidades electorales de Juntos por el Cambio


–¿Esa crisis puede hacer que Juntos por el Cambio quede fuera de la segunda vuelta?

–No, no. Veo claramente un balotaje entre nosotros y Milei. Veo la peor elección de la historia por parte de kirchnerismo. Es el fracaso final del populismo, para alegría de todos los cordobeses, que nunca entendieron cómo tantos argentinos se dejaban entusiasmar por ideas tan destructivas. En ese sentido soy muy positivo. Creo que vamos a una nueva era de la Argentina. Una nueva era como nos marcaron los muchachos de la selección en Qatar. Eso es lo que viene en la Argentina. Lo que veo es una discusión sana hacia adelante de cómo modernizamos la Argentina, cómo ponemos la cultura del trabajo por delante, el mérito, la superación personal, el respeto, la verdad. Que nunca más tengamos gobernantes que nos mienten. La mentira destruye. Esta gente a destrozado el valor de la palabra. Son 20 años que nos han dañado la cabeza sistemáticamente. Eso se acaba. Creo que en una elección de segunda vuelta sin esta forma tóxica de hacer política tan perversa va a ser un comienzo maravilloso.

–Hay encuestas que dicen que la llegada a segunda vuelta de Juntos por el Cambio no está tan garantizada.

–La verdad es que todo está muy volátil. Pero tengo confianza que una vez que se cierren las listas reine la paz en términos de que haya una competencia respetuosa. Claramente, nuestros dos candidatos tienen estilos muy distintos, personalidades distintas, dicen querer el mismo objetivo que es sacar a la Argentina adelante, y que la gente elija a quien demuestre mayor vocación, fortaleza, dinámica, capacidad de cambio. Vuelvo a insistir: la unidad es importante, pero somos el cambio o no somos nada. La mayoría de los argentinos han seguido a los cordobeses y quieren un cambio profundo, rápido, corajudo, sin concesiones contra este esquema mafioso y corporativo que trabó la Argentina hace tiempo y no nos ha dejado crecer, y nos ha empobrecido de esta manera.

–¿Milei representa un peligro como lo caracteriza Morales?

–Yo prefería ser respetuoso por alguien que ya concita a un nivel de apoyo importante en la sociedad argentina. Él con su estilo, que no es el el mío y que no es el de muchos de Juntos por el Cambio, expresa una vocación de cambio. Espero y estoy seguro de que cuando nosotros gobernemos, él va a sentarse en una mesa con el que de nuestro lado haya ganado para ayudar a hacer cambios y tal vez más profundos y más dinámicos de lo que nunca nadie imaginó, porque hay una vocación de cambio en Argentina.

–¿Y si el que gana es Milei? ¿Qué perspectivas institucionales ve?

–Va a ganar Juntos por el Cambio. Yo estoy convencido, no quiero hablar de cosas teóricas. Confío en que la mayoría de los argentinos quiere un cambio profundo. Y en ese cambio profundo va a poder elegir entre alguien que plantea un cambio profundo y otro que tiene además de la misma vocación de hacer ese cambioun equipo de gente con experiencia atrás, que es un valor importantísimo.

–Usted viene diciendo que no va se va inclinar por uno de los dos candidatos del PRO si nadie se sale de eje. ¿Siente que está más cerca de intervenir que antes?

–Me genera incomodidad todas estas cosas que están pasando, pero insisto, voy a tratar de seguir focalizándome para qué queremos volver al poder. Todo este tiempo es tiempo perdido para explicarle a la gente el por qué le pedimos su apoyo de vuelta. Cuál es la claridad que tenemos en este cambio profundo y rápido que necesita la Argentina para destrabar las capacidades de crecimiento, de generación de empleo, de conectarnos de vuelta al mundo. Cuando veo al presidente que tenemos hablando de Venezuela como una democracia me corre frío, porque digo otra vez nos salimos del mundo. Cuando decimos esas cosas el mundo desconecta con Argentina.

–Parte de lo que estamos viendo en Juntos por el Cambio tiene que ver con un tema de conducción que dejó vacante con su apartamento de la carrera política?

–Hay costos para terminar con el caudillismo. Fue mi decisión final para no volver a ser candidato. Hay costos que hay que pagar que es esta transición de la competencia, que genera un pequeño desorden. Yo espero que a partir de las Paso se vuelva a ordenar. Yo di el ejemplo de que no es el fin del mundo si a uno no le toca ser presidente, le toca ser gobernador en un país que hay todo por construir. Porque lo que dejan estos señores no es Disney. Estos tipos dejan un quilombozo.


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