Qué significa privatizar, la principal medida anunciada por Javier Milei

El presidente electo Javier Milei anunció que, dentro de su modelo de gestión, irá por la privatización de algunas empresas de capital estatal. De qué se trata esta medida, que ya fue implementada en la década del noventa.

El presidente electo Javier Milei anunció que, como parte de su gestión, pretende privatizar algunos de los estamentos que pertenecen al ámbito público, como lo son YPF, medios de comunicación y Aerolíneas Argentinas, entre otros. Sus palabras recordaron a la década del noventa, donde muchos de ellos se gestionaron de esta manera.

Pero… ¿Qué significa privatizar? La privatización es el proceso por el cual una empresa o entidad pública pasa a ser propiedad de una empresa o entidad privada.

Si bien parece un simple proceso en palabras, para llegar a ese objetivo en muchos casos la determinación de gobierno debe ser avalada por el Congreso Nacional o directamente puede concretarse mediante decretos del Ejecutivo, según las características de cada institución perteneciente al Estado.

Por ejemplo, en el caso de YPF, la privatización implicaría que el Estado argentino dejara de ser el propietario de la empresa y que pasara a la gestión de inversores privados, siguiendo las reglas propias de ese mercado. En este caso, por la conformación de sus capitales, la medida debería pasar por las dos cámaras del Congreso y obtener el 2/3 de los votos afirmativos.

Qué consecuencias puede tener privatizar las empresas del Estado


Como resulta un proceso conocido en la historia argentina, se evalúan resultados positivos y consecuencias negativas de esta determinación durante la gestión de Javier Milei frente a la presidencia.

Tomando el ejemplo de YPF, se pueden evaluar como resultados positivos:
Mayor eficiencia: Las empresas privadas suelen ser más eficientes que las empresas públicas, ya que están sujetas a las fuerzas del mercado. Esto podría generar una reducción de los costos y una mejora en la calidad de los servicios prestados por YPF.
Mayor inversión: Las empresas privadas suelen invertir más que las empresas públicas, ya que están motivadas por el beneficio económico. Esto podría generar un aumento de la producción y de la generación de empleo.
Mayor flexibilidad: Las empresas privadas suelen ser más flexibles que las empresas públicas, ya que pueden adaptarse más fácilmente a los cambios del mercado. Esto podría permitir a YPF competir de manera más efectiva con las empresas extranjeras.

Cabe tener en cuenta que los beneficios varían según el ámbito del mercado, lo que podría generar que en momentos de crisis esas empresas se achiquen, con reducciones de personal entre otras medidas, y la inversión dependerá del interés de la firma en mantener sus activos en el país.

Entre las consecuencias negativas, se podrían mencionar:
Mayores precios: Las empresas privadas suelen tener como objetivo maximizar sus beneficios, lo que podría generar un aumento de los precios de los productos y servicios de YPF.
Menor control: Por ejemplo, el Estado argentino perdería el control sobre YPF, lo que podría generar una reducción de la seguridad energética del país.
Mayores desigualdades: La privatización podría generar una mayor concentración de la riqueza, ya que los beneficios de YPF se repartirían entre un número reducido de inversores privados.

En última instancia, las consecuencias de privatizar YPF dependerán de una serie de factores, como el diseño del proceso de privatización, la situación económica del país y las políticas públicas que se implementen en el sector energético.

Con información de Noticias Argentinas.-


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