Tira y afloje entre Gennuso y el gremio municipal de Bariloche

El nuevo escalafón que pretende la intendencia está trabado por el pase a planta de los contratados.

El pase a planta de los 400 trabajadores municipales que ingresaron en los últimos siete años y siguen atados a contratos renovables está frenado por “decisión política” del intendente Gustavo Gennuso, que dispuso no avanzar hasta que esté aprobado el nuevo escalafón del personal.

El proyecto de ordenanza para generar ese instrumento está en el Concejo desde hace un año, pero el tratamiento se trabó por las objeciones que planteó el Soyem desde que ingresó en noviembre la nueva conducción, encabezada por Brenda Morales.

Resolver el pase a planta está en manos del Soyem -aseguró la secretaria de Planificación Gabriela Rosemberg-. La inscripción de interesados cerró en diciembre, son 400 personas, y ya comenzó la evaluación de requisitos. Pero para continuar y cerrar todo el proceso tiene que estar el escalafón, de otro modo no tendría sentido”.

Explicó que entre otras cosas el escalafón permitirá cosas establecer una carrera administrativa, que hoy no existe, y “jerarquizar a los profesionales, que son muy difíciles de conseguir”. Dijo por ejemplo que para el área de Sistemas el municipio debe buscar potenciales empleados en un universo de especialistas “que ganan en dólares”.

Según Rosemberg, a partir del escalafón el municipio contará con “una estructura precisa en lo salarial y en esquema de puestos”, que en el actual contexto es condición previa ineludible para resolver los pases a planta. “Eso está claro desde la resolución, que lo dice expresamente”, recordó la funcionaria.

Se refería así a la resolución 2956/21 del 29 de noviembre, que abrió los “concursos de antecedentes” para el pase a planta y fijó fecha límite de inscripción de agentes interesados hasta el 9 de diciembre del año pasado.

Allí quedó fijado también un cronograma de evaluaciones que debía terminar con la formalización de los pases a planta el 30 de diciembre, pero todo se paralizó por las contramarchas que surgieron con el escalafón. Tres meses después todo sigue como estaba.

Rosemberg insistió en que la prioridad es que “salga el escalafón” y dijo que el Soyem “se resiste a todo esto” (como ya lo publicó este medio), pero la decisión del intendente sobre el punto “es clara” y no están evaluando ningún cambio.

La secretaria de Planificación dijo que la nueva conducción del gremio “se quiere tomar todo el tiempo para estudiarlo y ya lo están haciendo, pero es todo muy lento”. Se lamentó de que los encuentros periódicos entre las partes son poco ejecutivos porque la organización de trabajadores “manda personas distintas a cada reunión”.

La voluntad del gobierno -subrayó- es concretar el pase a planta, luego de siete años que no se instrumenta un proceso similar, y cumplir con lo prometido por el intendente en junio pasado.

“Pero antes la intención es contar con el nuevo escalafón -agregó Rosemberg-, que significa poner en valor a un trabajador profesional, bajo este nuevo encuadre”.

Distorsiones

Dijo que hoy, entre otras distorsiones, a un empleado municipal de las categorías más bajas le conviene declarar el secundario terminado y no el título universitario (si lo tiene) porque “el sueldo es menor”.

Rosemberg dijo que el pase a planta está en la etapa de evaluación de requisitos, “en la que intervienen varias áreas” y que demanda un exhaustivo chequeo de sanciones, faltas, evaluaciones de desempeño y otros antecedentes de cada aspirante.


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