Pone su equipo de medicina nuclear a disposición del hospital de Bariloche

Jorge Moguilevsky ofrece al sistema público un servicio que no hay en centros de salud estatales del resto de la provincia. A cambio, este técnico atiende también a pacientes particulares.

Diez años atrás, un médico ofreció poner su equipo de medicina nuclear a disposición del hospital de Bariloche. Desde entonces, se realizaron 15.000 estudios y hoy la ciudad es la única en toda la provincia que ofrece este servicio en el sistema público, en una confluencia particular con el privado.

Además de determinados tratamientos, la medicina nulcear sirve para el diagnóstico de estudios oncológicos, cardiológicos, traumatológicos y renales, entre otros. El 99% de los tratamientos que se realizan en Bariloche corresponden a cáncer de tiroides e hipotiroidismo.

Allá por el 2009, Jorge Moguilevsky le ofreció al entonces director del hospital Ramón Carrillo, Felipe De Rosas, usar su equipo de medicina nulcear en la institución.

Se hacía cargo además de los tres sueldos del personal y el costo del material radiactivo, estimado en 250.000 pesos por mes, pero con la condición de conjugar el servicio público con la prestación privada.

La dirección del hospital trasladó la propuesta a la entonces ministra de Salud de la provincia que aceptó el ofrecimiento.

Jorge Moguilevsky instaló sus equipos de medicina nuclear en el hospital de Bariloche. Foto: Alfredo Leiva

“Todos me miraban asombrados y no entendían mucho el concepto porque todo el riesgo es mío. Yo no dono el equipo. El hospital me brinda el lugar y le sirve porque de otra forma, tendría que mantener un servicio que cuesta medio millón de pesos para atender a 35 pacientes. No tiene mucho sentido pero sí si se conjuga con pacientes con obra social”, resumió el técnico egresado de la Universidad de Buenos Aires.

El equipo fue colocado en el segundo subsuelo del hospital, en el llamado “sector rojo” de medicina nulcear y recibe a pacientes no solo de Bariloche sino también de la Línea Sur rionegrina, Esquel, San Martín de los Andes y Villa La Angostura.

Ecografías veterinarias

Este ecografista y radiólogo pediátrico llegó a Bariloche hace 24 años. “Empecé a hacer ecografías veterinarias porque nadie me dejaba trabajar. Me costó insertarme. Hacía ecografías de ovejas embarazadas en los campos”, recordó.

Poco después, trabajó para clínicas privadas hasta que ingresó al hospital. “Con los años supe que mi lugar era el hospital público. Soy un fanático del trabajo entre lo público y lo privado, los pienso como complementarios. Me fue muy bien en general y una forma de devolverle a la comunidad era que el hospital tuviera medicina nuclear”, señaló este técnico de 57 años.

Un equipo de medicina nulcear puede salir de 300.000 a 2.000.000 dólares.

Sin embargo, lo más oneroso es el mantenimiento del servicio por el costo del material radiactivo. “La logística es muy cara. Por eso se requiere de una cantidad de estudios mínimos”, especificó Moguilevsky.

En el hospital público, se realizan en promedio 40 estudios mensuales y cada uno de esos estudio puede costar entre 8.000 y 20.000 pesos.

Se estima que un 20% del total de los estudios que se realizan corresponde al sector público y el resto al sector privado. “Ningún paciente queda sin atenderse”, aclaró Moguilevsky.

Resaltó también que el servicio de medicina nulcear del hospital otorga turnos para los próximos días. “Esto no existe en ningún otro lado. En Buenos Aires, pedís turno y te dan para dentro de tres meses. Obviamente todo está vinculado al número de los pacientes”, advirtió.

En el último tiempo, el técnico adquirió una computadora de última generación y una “gama probe” para buscar los ganglios centinelas en las cirugías de mama.

“A mí me pone orgulloso. Es un logro que la gente se pueda atender a cinco cuadras de su casa y no a 500 kilómetros. Que el hospital pueda proveer este servicio sin ningún gasto”, consideró.


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