Porqué la región sólo observa la caída de Dilma
ANÁLISIS
Porqué la región sólo observa la caída de Dilma
Ramon SAHMKOW
AFP
Datos
- El continente americano observó con preocupación la caída de Dilma Rousseff. Pero un apego estricto de los gobiernos a la soberanía de los países y su atención puesta en problemas domésticos conspiraron contra una mandataria de escaso carisma.
- Sólo el venezolano Nicolás Maduro y el boliviano Evo Morales se hicieron eco de Rousseff y denunciaron un “golpe de Estado parlamentario”.
- Cuatro años después del revuelo por la destitución del presidente paraguayo Fernando Lugo, la crisis brasileña no logró construir el mínimo consenso para activar respuestas del Mercosur o la Unasur. Desde Argentina, el principal socio de Brasil en la región, el gobierno del presidente Mauricio Macri se limitó a llamar a respetar las instituciones.
- Según Michael Shifter, presidente del centro de análisis Diálogo Interamericano, muchos países están “incómodos” con el proceso y observan que “ha sido politizado”. Pero hay cuestiones prácticas. Cuando se disipe la neblina política, Brasil seguirá siendo la mayor economía latinoamericana. “Brasil no es cualquier país. Por su tamaño e importancia, los otros países” no pueden darse “el lujo de respaldar a Dilma a costa de no trabajar con el gobierno de Temer”, apuntó Shifter. El regreso de Rousseff al poder luce muy improbable y los países vecinos “no quieren antagonizar a Temer porque puede quedar hasta 2018”, dijo.
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