Pozos, piedras, serrucho… todo riesgo en la Ruta 23
Cerca de la cordillera, el sector más complicado.
José Mellado
Recorrer los 200 kilómetros que separan Jacobacci de Bariloche es un desafío para los conductores por la inestabilidad del terreno.
INGENIERO JACOBACCI (AJ).- El pésimo estado que presenta la Ruta Nacional 23 en la mayor parte de su traza de tierra genera indignación entre los automovilistas, que ven cómo sus vehículos se destruyen sin que los organismos competentes den respuestas a un problema que data de años.
La Ruta 23 es la principal vía de comunicación de la Región Sur rionegrina, que une los extremos este y oeste de la provincia. Uno de los primeros anuncios del actual gobierno provincial fue el de disponer de los recursos y el equipamiento necesario para mejorar este camino y las vías provinciales.
De sus 600 kilómetros, más de la mitad están pavimentados y en el resto se ejecutan obras de asfalto. Sin embargo la traza actual de tierra presenta un estado tan deteriorado “como hacía mucho tiempo no se ve”, según señalan quienes la transitan habitualmente. Este medio la recorrió el pasado fin de semana y pudo constatar el precario estado de la ruta.
Por convenio con Vialidad Nacional, el tramo que une Los Menucos con Jacobacci es mantenido por Vialidad Provincial. De los 150 kilómetros de este tramo, las mayores complicaciones se presentan entre Los Menucos y Maquinchao.
En los 35 kilómetros que separan a esta última localidad de Aguada de Guerra, las piedras, los pozos y el serrucho son obstáculos muy difíciles de sortear. Allí no se pude circular a más de 50 kilómetros por hora.
De Aguada de Guerra a Los Menucos, la presencia de grandes guadales y profundos pozos se convierten en trampas capaces de generar cualquier tipo de accidentes. “Cuando agarrás uno de estos pozos que están cubiertos con un fino polvillo, el vehículo se desestabiliza. Además, si el pozo es muy profundo, las probabilidades de reventar un amortiguador o una cubierta son muchas”, sostuvo a este medio un viajante de comercio que semanalmente recorre la zona.
A pesar de que aún no está habilitado, en este trayecto muchos automovilistas se suben a la cinta asfáltica que está en construcción para poder circular sin problemas.
Entre Maquinchao y Jacobacci el estado de la ruta mejoró sustancialmente. Hace unos días las motoniveladoras de la provincia realizaron trabajos de reparación.
Los 200 kilómetros que separan a Jacobacci de Bariloche son mantenidos por Vialidad Nacional y los trabajos se dividen entre el Distrito Jacobacci, que llega hasta Comallo y el Distrito Bariloche que continúa hasta esa ciudad.
Sin embargo el mal estado de la ruta es constante en todo su recorrido y se va incrementado de este a oeste, a medida que la traza va avanzando en el terreno cordillerano.
A lo largo del trayecto, la presencia de grandes piedras, serrucho, cortes, profundos pozos y hasta algunos guadales ilustran el escenario y generan grandes dolores de cabeza en los automovilistas, que ponen en riesgo neumáticos, amortiguadores, caños de escapes y otras partes de sus vehículos.
En la zona de Comallo, entre esta localidad y el puesto de Olate, hacia el este y la subida Navarro, hacia el oeste, la traza aún conserva los precarios arreglos que se realizaron después del aluvión del 8 de marzo.
Desde Comallo a Dina Huapi las grandes piedras sobre la calzada, sumadas a las que sobresalen del terreno, los cortes, pozos y el interminable serrucho generan numerosas complicaciones a los conductores. El viernes, dos equipos viales trabajaban entre La Fragua y al acceso a la estancia El Cóndor.
José Mellado
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