Preocupa posible toma
SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- A pesar de los recaudos tomados por el municipio, la junta vecinal del barrio Lera denunció la instalación de nuevos ocupantes en tres de las casas a erradicar de la barda del Ñireco, cuyos dueños originales se mudaron hace pocos días a las 270 viviendas. El presidente de la junta vecinal, Andrés Ferreira, dijo que detectaron al menos tres casos y que al parecer sólo quedaron en el intento, ya que los ocupantes fueron disuadidos por el Instituto Municipal de Tierra y Vivienda, con apoyo policial. En realidad el municipio debía demoler de inmediato las viviendas abandonadas, ya que la barda es una zona de riesgo geológico y el plan consiste en apuntalar todo el sector y convertirlo en espacio verde. Pero la intervención se demoró y recién ayer a la tarde una cuadrilla comenzó a desmantelar las casas. Al parecer algunas de las familias que se mudaron al barrio social aprovecharon esa indefinición y delegaron a otros su antigua vivienda. “Sabíamos que esto iba a suceder”, comentó Ferreira. También reconoció que la reacción del municipio fue rápida y que ayer mismo hubo un principio de solución, aunque desconfió de los recaudos para que las ocupaciones no vuelvan a ocurrir. Según lo aunciado por el propio Instituto, la policía montará una vigilancia las 24 horas para evitar el ingreso a las viviendas de personas no autorizadas. Ferreira recordó que son más de 40 las casas que quedarán vacías porque sus dueños fueron relocalizados en las 270 viviendas construidas por el IPPV y el reclamo de la junta vecinal es que el municipio cumpla en emplazar sobre la barda un espacio recreativo, sin nuevos asentamientos humanos.
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