Prevención y seguridad para evitar un accidente como el que sufrí

NEUQUÉN

En gran parte debido a mi propia torpeza quizás, pero también a la falta de medidas de prevención, sufrí un accidente evitable. Esto suele decirse cuando los accidentes ocurren y es así, pero es necesario anticiparse a lo que los expertos en el tema llaman “el peor escenario posible” para vitarlos.

En ocasión de retirarme del local en donde se me entregaban los papeles de la Verificación Técnica Vehicular recién realizada, la luminosidad del sol enfrente y, justo es decirlo, la limpieza que lucía el vidrio me impidieron advertir el obstáculo de modo que al intentar atravesar lo que creí era una de las salidas impacté contra aquel, el cual estalló con gran estruendo y ocasionó en una de mis manos un profundo corte que de inmediato comenzó a sangrar profusamente.

Los empleados me vendaron como pudieron y el propietario del lugar me trasladó hasta el hospital Bouquet Roldán, donde me suturaron la herida y me recomendaron su control y desinfección diarias. Esto comencé a llevarlo a cabo al día siguiente en la guardia que sobre la calle Santa Fe tiene el Castro Rendón y lo narro para poder mencionar la profesionalidad que las dos enfermeras que me realizaron dicha curación pusieron en evidencia, además de su calidez humana y los elementos que me oporcionaron para que yo mismo me ocupara de ello.

Lo mismo debo decir de la doctora oriunda de Cañada de Gómez –cuyo nombre no pregunté– que me había atendido en el otro nosocomio. Hago referencia a todos estos hechos así, en la medida de lo posible, sirven de alerta para aquellos que no buscan asesoramiento adecuado en materia de seguridad cuando instalan una empresa o comercio.

Las barreras que impidan accidentes como el descripto deben ser efectivas, ni siquiera meramente ilustrativas o decorativas. Una reja, una malla metálica o cualquier otro elemento que impida ctivamente el paso de ambos lados del vidrio. De otro modo, pueden producirse resultados mucho más luctuosos, como el que ocasionó la muerte de la hija de un conocido político en el 2004, una adolescente de apenas 15 años que en el colegio al que asistía sufrió en la ocasión el corte de su arteria femoral en un accidente similar.

Jorge A. Sabatini
DNI 8.850.113


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