Prisiones domiciliarias: por qué logró el beneficio Ruth Montecino

Un juez Federal de Neuquén le concedió el privilegio por ser hipertensa.  La cipoleña cumplía condena en un penal nuequino por narcotráfico.

Ruth Montecino se fue a su casa por hipertensa. Así lo resolvió la Justicia Federal de Neuquén mientras que, del otro lado del río, le denegaron el mismo beneficio a un ladrón que presentaba un cuadro similar pero agravado por un trastorno  de ansiedad. Criterios disimiles, opiniones políticas, motines con alcance nacional y la necesidad de descomprimir las cárceles superpobladas entran en juego a la hora de tomar decisiones.

En época de pandemia, el trabajo de los jueces y juezas que se ocupan de administrar los beneficios y castigos a los presos condenados está siendo observado con lupa por gran parte de la política y de la sociedad. Ayer el presidente avaló las prisiones domiciliarias en sus intervenciones públicas, mientras que el rionegrino Alberto Weretilneck fustigó el beneficio de la narco cipoleña.

En este escenario, los pedidos de la domiciliaria se amontonan en el fuero penal. Ayer, la justicia cipoleña no le otorgó el beneficio a varios de los condenados por la causa Forno. Hoy la suerte fue distinta para Pablo Muñoz que logró el privilegio y seguirá cumpliendo su pena en su casa.

La resolución que le concedió el beneficio a Ruth Montecino (a la que accedió Río Negro) fue firmada por el juez federal de Neuquén Alejandro Cabral y, en  prieta síntesis, autorizó la salida de la cipoleña por su hipertensión.

Consideró que es grupo de riesgo y que se debe minimizar el posible de contagio de COVID-19 en los penales. Estaba alojada en la cárcel de mujeres de Neuquén U16. Además, en un cómputo de pena, el juez sostuvo que la cipoleña está próxima a acceder al beneficio de la libertad condicional que es una de las últimas fases de la ejecución de la pena.

Ruth, al menos por ahora, permanecerá en su domicilio del barrio Don Bosco de Cipolletti. Esas manzanas, allá por septiembre de 2011, fueron el escenario de un mega operativo policial nunca antes visto en la ciudad.

Por orden de la jueza federal de Neuquén Carolina Pandolfi, la policía de la vecina provincia ingresó a la casa de Ruth con explosivos que hicieron volar las puertas y ventanas. La imagen fue cinematográfica. Y, como resultado, secuestraron en ese barrio 172 kilos de marihuana, más de 20 de cocaína y cerca de un millón de pesos. 

Es que el clan vive en distintos domicilios que están a pocos metros unos de otros. Su hermano Héctor Montecino fue considerado el cabecilla y condenado en esa investigación que se denominó Nacimiento y en otra posterior llamada la Alianza Narco. Murió detenido a causa de una grave afección.

Los hermanos Ruth y Héctor lograron escapar de ese operativo de septiembre de 2011 pero entre los detenidos cayeron hijos, hermanos, parejas y hasta la madre de ambos, una mujer octogenaria,  que pasó unos días tras las rejas.

Héctor fue capturado al año siguiente en Catriel por una discusión con su pareja y Ruth, tiempo después en Bahía Blanca. Allí consiguió refugio y se hizo pasar por Estela. En una entrevista que le concedió a Río Negro admitió que le ofrecieron cruzar a Paraguay y pasar al anonimato de forma definitiva. Pero sus lazos familiares pudieron más.

En el juicio los hermanos Héctor y Ruth recibieron las penas más altas: 18 y 15 años de prisión. En ese momento, a diferencia de lo que twitteó ayer, Weretilneck festejó esas condenas. Es que el entonces intendente de Cipolletti había encabezado una campaña en contra del clan para desterrarlos. No lo logró y también vio frustrada la primera investigación que hizo la Justicia Federal de Roca junto con la policía rionegrina.

Fueron absueltos y luego se desató un escándalo de filtraciones que involucraban a una funcionaria judicial y al abogado de la familia. Con el tiempo también se descubrió que dos policías de la Brigada de Investigaciones de Río Negro se habían quedado con la droga de Jéssica Montecino, hija de Héctor, y que toda esa situación había sido grabada por los neuquinos que ya estaban interviniendo.

El debate se encrudeció ayer cuando el ahora senador Weretilneck fustigó el beneficio. Lo cierto es que la resolución va en línea con la política adoptada por el gobierno nacional (a través de distintos decretos y resoluciones) respecto de la situación de los presos y de las cárceles en esta pandemia (antes del COVID-19 ya venían superpobladas pero ahora se agravó).

Ruth entró en el grupo considerado de riesgo y logró volver a su domicilio. En el mismo sentido ha venido resolviendo el Tribunal Superior de Justicia de Neuquén en la órbita provincial.

En las instancias anteriores, los jueces y juezas deniegan beneficios pero cuando llegan al máximo administrador de la justicia neuquina los conceden. Las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y los pactos internacionales (de cumplimiento obligatorio en el país) son argumentos de peso.

¿Y en Río Negro? Del otro lado del río, el Procurador Jorge Crespo firmó una instrucción general para que fiscales y defensores públicos analicen los casos puntuales y soliciten morigeraciones de condenas. Si bien hubo algunas concesiones en los juzgados de Bariloche, Viedma y Roca en Cipolletti han sido un poco más estrictos.

Volviendo al caso de Ruth, el cipoleño Ricardo Chirino, condenado por robo a seis años de prisión, pidió la domiciliaria con un certificado médico que avala su hipertensión y si situación de ansiedad. La jueza Alejandra Berenguer se la denegó con el argumento que el domicilio ofrecido es un departamento en las 400 viviendas y que en el penal del paraje El Treinta tiene más espacio para caminar, hacer actividad física y así palear sus afecciones.

Lo mismo ocurrió con el famoso Luis Mario Pino Vinet, de 61 años. Conocido como «el domador», acumula una extensa pena por el rapto y violación de una joven a la que sometió a los más duros vejámenes en su condición de cuidador de caballos. El hombre cumple una condena de 21 años y agota la pena dentro de muy poco tiempo, el 13 de junio de 2020.

Sin embargo no logró salir del penal. La misma suerte corrieron algunos de los integrantes de la megabanda de Forno, que cometió una docena de robos mediante la modalidad de entraderas y boquetes. Ayer dos de sus integrantes no lograron conseguir beneficios por no ser grupos de riesgo. En la audiencia virtual que se hizo hoy, la querella informó que el tercero había conseguido el visto bueno del tribunal y que iban a apelar.


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