Proponen que vuelva el laudo: ¿sabés de qué se trata?

¿Qué sabemos de la propina? ¿Cómo la reparten o a donde va a parar en los restaurantes? ¿Es obligatoria?

La propina en los establecimientos gastronómicos es un tema. Muchos la reparten en partes iguales y establecen un acuerdo colectivo a la hora de cobrarla con sus trabajadores, en otras ocasiones el patrón la maneja, o la descuenta o se la queda.

Muy poca gente comprende lo que significa la propina y como la figura del laudo, originario en Argentina en 1946 y prohibido por las dictaduras del 55 y del 76, aparece nuevamente en escena como un derecho perdido por parte de la masa trabajadora gastronómica y que trata de establecer un porcentaje (10%) del total de la consumición incluida en el ticket del comensal.

La legislación sobre el laudo es algo que inquieta a los sectores sindicales gastronómicos quienes estudian nuevamente una manera de llevarla al debate y posterior aprobación.

Muchos restaurantes cobran el cubierto en la actualidad. Desde sectores gremiales denuncian que de esta manera lo que antes era el laudo establecido por ley que lo cobraba el trabajador ahora queda para la patronal.

Jorge Bascur, secretario del Sindicato Gastronómico en la provincia de Neuquén manifestó: “La propina a voluntad termina siendo poco o nada y es una herramienta más de poder para negrear a los trabajadores y no pagar lo que corresponde, lo que pasa es que tenemos una población de trabajadores muy jóvenes que no saben lo que es el laudo, hasta el comensal y el cliente no sabe lo que es. El laudo era un porcentaje que no era únicamente para el mozo más visible, y que debe ser controlado por la empresa y los trabajadores o el delegado y queda repartido por puntos por categoría por cada trabajador. La propina va a seguir existiendo porque queda a consideración del comensal o el cliente que era parte del salario nuestro”.

Hoy la propina por la atención recibida en restaurantes, bares, confiterías y hoteles es a voluntad del cliente. Se estila abonar entre un 5 y un 15% del total de la cuenta a modo de propina pero no es obligatoria, algo que sí ocurría en otros años y que fue eliminado durante la última dictadura militar.

El servicio de mesa, muchas veces facturado como cubierto obligatoriamente, tiene que tener de mínima una panera con opción libre de gluten y una jarra de agua.

La carrera de mozo cada vez es menos frecuente. Es atípico observar meseras o meseros con años considerables de antigüedad.

Eso repercute muchas veces en el servicio, quizás las quejas recurrentes de los comensales en varios casos tienen que ver con esto.

Trabajos temporales, mal pagos, poco interés. La ecuación parece ser una constante a la hora de calificar el servicio en general.


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