Psicodelia y rock en Movimientos

Ir y venir, nacer y renacer, empezar y terminar, todo implica que los cuerpos se transporten, se agiten y que sus moléculas cambien. Una mutación que siempre trae efectos novedosos y recreados. Eso que vemos en un punto del tiempo y espacio, puede no ser igual en el siguiente, y esa es la dinámica que guía, desde hace varios años, al conjunto valletano Movimientos. Una mezcla de psicodelia, rock y pop, atravesado por el revival del surf y por momentos matizado por estilos disímiles como el funk o la cumbia.

Así de amplio es este universo que se materializó en su disco “Un pliegue”, y en todo el material que trabajan, tanto sonoro como audiovisual, para lanzar a las redes cuando menos lo esperemos. Este año la banda coronó la Noche de los Museos.

“Venimos de un proyecto que se desarmó, y al que ya veníamos sumando la presencia de Ailin Fernández, que hace contenidos visuales”, adelanta Martín Motta, baterista del conjunto, mientras señala a la joven y talentosa artista visual.

Ella se había sumado a la banda precursora para crear un videoclip, pero finalmente fue mucho más que eso. Empezaron a ensayar a finales de 2016, y al cabo de un año ya estaban consolidados.

“En este nuevo escenario”, relata Martín en referencia a la ruptura que les dio origen -y capaz que también ese nombre móvil-, “todo fue mucho más colectivo, ya no tenemos un frontman, si bien hay dos cantantes principales, ellos se turnan, componemos todos y empezamos a engranarnos desde un colectivo, que podría ser lo más fuerte que tenemos como propuesta”.

Lo que terminan por crear es tan amplio que cuesta trabajo rotularlos -tal vez no sea posible- y son tan eclécticos que cuando parece que logramos entenderlos, ya se transformaron en algo completamente diferente. Indudablemente marcados por el indie, no están seguros de identificarse con ese movimiento -valga la redundancia-, pero recogen esto de “crear ambientes”. “Tenemos mucho de experimental, hacemos mucha zapada y después extraemos algunas cosas y las llevamos al vivo”, aclaró Martín.

Con una lírica libre y poética, buscan dejar abierta la interpretación con metáforas que denoten todo tipo de subjetividades.

Arte visual y shows en vivo

Con la idea de crear una imagen que permita identificar a los artistas, ellos se valen de la visión de Ailin, que le da potencia a sus recitales. Además, tiene objetos, realizan montajes y trasmiten imágenes sobre el escenario aumentando la psicodelia y agregando un valor extra al “vivo”.

La dinámica del mercado musical ya no es la de años atrás. “Contemporáneamente las bandas de hoy ya no hacen CDs, lanzan objetos, códigos QR, o directamente suben sus materiales a las redes”, relata Ailin. “Cuando te gusta una banda o un artista buscás la imagen: un video, una foto, un símbolo que concuerde y lleve una estética única”, explicó.

El 6 de diciembre se estrena en las redes el remix de “Chispa”, una de sus canciones, por Fernando Toth, en la colección “Remix Canciller”, un EP de bandas neuquinas con temas reversionados.

“Un pliegue” en las redes sociales

Su disco “Un pliegue” vio la luz a principios de año y, pese a crear el “objeto”, como explica Ailin Fernández, el material se lanzó en las redes sociales. Tiene nueve canciones y su nombre abona también la idea del movimiento. “Por ejemplo el pliegue de una hoja, genera movimiento y algo se despliega”, acotó el baterista. En cuanto al CD, Ailin detalló que buscaron hacer circular una imagen de la banda, “con una estética particular, materialidades, montajes y un fanzine”, precisó.

“Buscamos esa idea punk del fanzine, eso de ‘hágalo usted mismo´ que sume a nuestra imagen”, aclaró, sobre la producción de objetos y de una batería de cuestiones visuales que enriquecen este proyecto.