¿Qué no te puede faltar en esta cuarentena? Responde Mauro Moya

Como una adaptación del clásico “¿qué te llevarías a una isla desierta?”, en esta oportunidad le preguntamos a Mauro Moya, integrante del Trío de Cámara y pianista de distintos espectáculos de Fundación Cultural Patagonia.

“¿Qué objetos te llevarías a una isla desierta?” era un juego de la imaginación en épocas previas a la pandemia y al encierro.


En este contexto, decidimos adaptar la consigna y les preguntamos a nuestros invitados qué imprescindibles tienen durante el aislamiento.

En esta oportunidad, nuestro invitado a la sección es Mauro Moya, integrante del Trío de Cámara y pianista de distintos espectáculos de Fundación Cultural Patagonia.

(Foto gentileza IUPA)


“Durante esta cuarentena me fue muy útil conectarme con mis compañeros de trabajo y con otros músicos por medio de internet y realizar ensayos y grabaciones a distancia, intentando buscar la misma conexión que tendríamos en un ensayo presencial. A veces cuesta un poco más, pero aprendimos formas de hacerlo posible. Sin duda, son de gran ayuda las herramientas que brinda internet en esta etapa que nos toca atravesar, para poder seguir generando nuevos contenidos y mantenernos activos”, nos cuenta Mauro, respecto a sus actividades durante estos días de aislamiento.

Repasamos entonces los imprescindibles de Mauro:


Piano y música



“El arte en general me ayuda a superar día a día la necesidad de compartir con otras personas y me da la posibilidad de escaparme un poco de la realidad y tener mi propio espacio lúdico y de esparcimiento».

«Mi instrumento, el piano, me permite expresar las emociones que me produce esta cuarentena, que han sido muchas, pero las transito con la esperanza del reencuentro, con amigos, familiares y, sobre todo, con el público en los conciertos. También tengo otros instrumentos, como un bajo eléctrico y guitarras, con los cuales pude experimentar en esta cuarentena y recorrer otros estilos musicales que me gustan”.


Aprendizaje



“En estas semanas he tenido la posibilidad de poder dedicarle el tiempo que antes no tenía a varias cosas que me interesaba aprender o perfeccionar, como, por ejemplo, la práctica del violonchelo».

«En el frenesí de la cotidianeidad pre-pandemia realmente me hubiera costado más hacerlo, pero ahora retomé este instrumento que por años deseaba tener y pude dedicarle horas para lograr sacarle un buen sonido. También aprendí a cambiar componentes de computadoras y celulares. En general me gusta aprender cosas nuevas todo el tiempo y trato de practicar lo aprendido para perfeccionarlo”.


Meriendas saludables



“Algo que ya incorporé a mi rutina de cuarentena es mi merienda con jugo de fruta, sobre todo el exprimido de naranja, que además es muy saludable y ayuda al sistema inmunológico. Muchas veces, por actividades que se superponen, se me hacía difícil poder merendar y a veces, aunque podía, tenía poco tiempo y me costaba hacerlo con tranquilidad».

«Ahora ya es una fija que todas las tardes guardo un espacio de tiempo para merendar saludablemente y sin apuro. También era un momento especial del día que me gustaba compartir con mi esposa Macarena, pero a veces no podía hacerlo, o en algunos casos yo podía, pero ella no porque cursaba en el IUPA. Estos pequeños momentos del día son los que nos gusta compartir juntos.


Comunicación familiar



“En esta cuarentena esa posibilidad de comunicación con la familia se convirtió en algo mucho más importante y necesario de lo que era antes. A todos nos afecta no poder reunirnos en una mesa como antes y compartir como lo hacíamos, pero el hecho de conectarnos por mensajes, audios o videollamadas nos ayuda a sentirnos más cerca”.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios