“¡Qué pasa con nuestro sentido común!”

El Superior Tribunal de Justicia de Río Negro acaba de sentenciar que no es necesario ser argentino para acceder a la titularidad de un cargo docente. Entonces, le pregunto al Dr. Sodero Nievas si sabe y le consta si en Chile adoptan el mismo criterio para con los argentinos que buscan trabajo allí. También usa a Sarmiento para dar fundamento a su fallo. Dice que “contrató docentes norteamericanos” para desarrollar su teoría educativa. ¿Qué docentes argentinos hubieran podido contratar en un momento cuasi fundacional de nuestra Patria donde estaba todo por hacer? Hoy esa necesidad está perimida. El juez Dumrauf, de Regina, dice que la restricción de nacionalidad para el caso que nos ocupa es “discriminatoria, injustificada, ilegítima e irrazonable”. ¡Por Dios! ¡Qué pasa con nuestro sentido común! Debemos discriminar: primero los nuestros y si no alcanza echemos mano a lo extranjero, pero ¡ojo!, no a cualquiera, seleccionando lo mejor. Lo de injustificada e irrazonable se explica con lo anterior: es razonable y justificado darle trabajo primero a un argentino capacitado, ya que el Estado invirtió muchos fondos en esa preparación (también en la de los abogados que llegan a jueces). Y lo de ilegítima cae por su propio peso. La procuradora Piccinini dice que el Estado “no ha logrado defender la validad constitucional en cuanto a la distinción entre nacionales y extranjeros para ejercer la docencia…” ¿Quiere que se lo explique doctora? Un vaso, un cepillo de dientes, una prenda de vestir, un automóvil o una plantación de cualquier especie puede ser hecha por cualquiera que sepa hacerlo. Pero formar argentinos no lo puede hacer cualquiera, por eso lo de “pertenencia a una comunidad nacional y sus valores”. Argentinos: ¡basta de falsas posturas! Nuestra Constitución Nacional está vigente todavía y promueve en su Art. 25 la inmigración europea. El Mercosur sólo sirve a nuestros vecinos: por miles entran diariamente a atenderse gratuitamente en nuestros hospitales públicos, que sostenemos los argentinos con nuestros impuestos. Y qué decir de los innumerables extranjeros que vinieron sólo a obtener una jubilación y volvieron a su país con su cobro mensual, jubilación que paga Anses en detrimento de la tan largamente reclamada actualización salarial de las jubilaciones no mínimas. Diariamente también entran manufacturas, en detrimento de nuestra industria y mano de obra. Por eso nuestra gente está vergonzosamente subsidiada con los “planes para no trabajar”. Ésta es mi apelación a este despropósito. Hebe Froidevaux DNI 5.000.847 Viedma

Hebe Froidevaux DNI 5.000.847 Viedma


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