Reclamo al Ipross de cuidadores domiciliarios

El principal inconveniente radica en la falta de pago en término.

Los cuidadores domiciliarios de adultos, enfermos, y de personas con discapacidad, también arrastran su propio padecimiento personal ante la demora que sufren en su reconocimiento salarial.

A través de Cuido, un sector que agrupa a quienes, principalmente prestan servicios a afiliados del Instituto Provincial del Seguro de Salud (Ipross), llevaron su reclamo al titular de la obra social provincial, Alejandro Marenco.

El principal inconveniente radica en la falta de pago en término. Alrededor de 200 profesionales no percibieron abril, y una franja menor, lleva entre tres y cuatro meses sin percibir remuneración alguna.

Si bien el funcionario les informó al recibir a la agrupación para analizar la actividad, que ya había sido depositado el mes de abril, el dinero no llegó a sus manos.

Según Ana María Haro, una de las referentes de Cuido, la tardanza radica en que el pago es indirecto. «El Ipross justifica que el pago se hace al afiliado y mediante depósito bancario, pero el dinero no nos llega», advierte.

Foto: Marcelo Ochoa

Dice no saber dónde está el cuello de botella en virtud de que se desconoce «si el dinero lo retuvo el banco por una deuda del afiliado, hay gente que no tiene cuenta bancaria, y nosotros» somos quienes tenemos el problema.

En el transcurso de estos días, la agrupación será nuevamente recibida en el Ipross, ya que Marenco decidió crear la dirección de Adultos Mayores, cuya responsabilidad recayó en Sergio Cechini. En consecuencia, el rosario de exigencias será trasladado al nuevo funcionario.

La referente entendió que «estamos viviendo un mala novela» aunque «el hecho de agruparnos sirvió para que avanzar en los pagos, que antes era normal cobrar entre tres y cuatro meses de atraso».

Para Cuido, los padecimientos no terminan allí. Durante la pandemia no han paralizado su actividad entre los beneficiarios de la obra social provincial, hay profesionales del sector que viven en lugares alejados y a veces suelen gastar un dineral en taxi para cumplir con su tarea en días de lluvia, y en más de una oportunidad laboral, deben atender a personas con múltiples complicaciones de salud como alimentarlas por botón gástrico, o quizás, no falta el caso de adultos mayores que viven solos y su único contacto es con un cuidador domiciliario.

«Nosotras seguimos trabajando con mucha carga, debemos cuidarnos para evitar contagios y darle seguridad a nuestras familias por eso también le pedimos insumos al Ipross ya que estamos solventando desde nuestros propios bolsillos el alcohol en gel, barbijos y guantes», sostiene Haro. Ese planteo será trasladado también a Cechini, y es una incógnita si Cuido logrará su propósito.


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