Cómo es el ascenso al Lanín, la joya patagónica que puso a prueba la salud del chef Christian Petersen
El reconocido chef lucha por su vida tras sufrir una falla multiorgánica a más de 3.000 metros. El ascenso al volcán es el "techo de la Patagonia", pero no perdona errores físicos ni climáticos.
Lo que debía ser una aventura épica terminó en drama. El chef Christian Petersen (56) permanece internado en estado reservado en el Hospital Ramón Carrillo, en San Martín de los Andes, tras descompensarse durante el ascenso al Volcán Lanín. Su cuadro, una falla multiorgánica, pone el foco sobre una de las rutas más exigentes del andinismo nacional: un gigante de 3.776 metros que no admite improvisaciones.
Para los amantes del trekking, el Lanín es el graduado de honor. Sin embargo, los guías de montaña son tajantes: no es una caminata, es andinismo puro. La ruta por la cara norte, donde Petersen sufrió el colapso, exige un estado físico de élite y una aclimatación que el cuerpo no siempre acepta.
Según detallan, se camina entre 5 y 7 horas el primer día hasta los refugios, y más de 10 horas el segundo día para intentar la cumbre. Por encima de los 3.000 metros, el oxígeno escasea y el corazón trabaja al límite. Ante esto, es imposible subir sin grampones (pinches en las botas), piquetas y casco. Un resbalón en el hielo puede ser fatal.
Escalar el Volcán Lanin: la «Espina de Pescado» y el temido Viento Blanco
El ascenso comienza en un bucólico bosque de lengas, luego, los montañistas deben atravesar la «Espina de Pescado», un filo de piedras sueltas y pendiente gradual que agota las piernas antes de llegar al Refugio Militar Nuevo (RIM), ubicado a 2.315 metros.
Pero el verdadero peligro es el clima. Al ser un volcán aislado, el Lanín genera su propio sistema meteorológico. En minutos, una tarde soleada puede convertirse en una trampa de viento blanco: una nevada lateral violenta que anula la visibilidad y congela la piel. Es en estos tramos de alta presión donde el cuerpo, si no está al 100%, empieza a fallar.
El balcón más codiciado (y peligroso) de la región
Quienes logran superar el cansancio extremo y el «mal de montaña» alcanzan la cumbre cerca del mediodía. Desde allí, la vista es irreal: los volcanes chilenos Llaima y Villarrica parecen al alcance de la mano, mientras los lagos Huechulafquen y Paimún brillan abajo.
Sin embargo, el descenso suele ser el momento donde aparecen las descompensaciones como la que sufrió Petersen. El agotamiento acumulado y la deshidratación juegan en contra en una bajada que, aunque más rápida (a veces mediante el divertido «culipatín» sobre la nieve), exige máxima concentración para evitar caídas o fallas cardíacas.
Estado de salud de Christian Petersen: hermetismo y rezos
Petersen se encuentra bajo cuidados críticos en San Martín de los Andes. El mundo de la gastronomía y el turismo está en vilo por la evolución del chef, cuya salud se quebró en el mismo lugar que miles de turistas visitan cada verano buscando la gloria patagónica.
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