WhatsApp en niños y adolescentes: edad mínima, peligros y recomendaciones para un uso responsable
Cada vez más niños y adolescentes usan WhatsApp antes de la edad permitida. Conocé cuáles son los principales riesgos, qué dice la normativa y qué medidas pueden tomar los padres para garantizar un uso seguro.
En la era digital, la tecnología atraviesa cada aspecto de la vida cotidiana y WhatsApp se consolidó como una de las aplicaciones de mensajería más utilizadas en el mundo, incluso por niños y adolescentes. Si bien facilita la comunicación y el contacto inmediato, su uso sin supervisión puede implicar riesgos importantes para los más chicos.
¿Es recomendable que los menores usen WhatsApp?
Según las políticas oficiales de la plataforma, la edad mínima para abrir una cuenta es de 13 años, aunque en algunos países se exige tener al menos 16. Sin embargo, la realidad demuestra que muchos niños acceden antes de esa edad, lo que plantea un desafío para padres y tutores.
Si bien la aplicación puede resultar útil para mantener el contacto con amigos y familiares, también puede exponer a los menores a situaciones de riesgo como ciberacoso, acceso a contenido inapropiado o interacción con personas desconocidas.
Precauciones esenciales para el uso de WhatsApp en menores
1. Configuración de privacidad
Es clave ajustar la configuración de la cuenta para proteger la identidad del menor:
- Foto de perfil: limitar la visibilidad a “Mis contactos”.
- Estado y última vez en línea: también configurarlos solo para contactos aprobados.
- Confirmación de lectura: desactivarla en caso de ser necesario para evitar presiones al responder mensajes.
2. Supervisión del uso
Dialogar con el menor sobre su actividad en la app es fundamental. Preguntar con quién chatea y qué tipo de contenido comparte no implica invadir su privacidad, sino generar un vínculo de confianza y acompañamiento.
3. Evitar la interacción con desconocidos
Uno de los mayores peligros es el contacto con personas que no forman parte del entorno cercano. Se recomienda que los menores solo agreguen a usuarios que conozcan personalmente.
4. Establecer límites de tiempo
El uso excesivo de WhatsApp puede provocar dependencia y afectar la salud emocional. Fijar horarios de uso y promover actividades fuera del entorno digital —como el deporte, la lectura o la música— es una medida clave.
5. Educar sobre ciberseguridad
Resulta esencial enseñar a los niños y adolescentes a identificar riesgos como mensajes sospechosos, solicitudes de datos personales o enlaces extraños. También deben comprender la importancia de no compartir fotos íntimas, información privada ni ubicaciones a través de la aplicación.
Con estos cuidados, el uso de WhatsApp en menores de edad puede convertirse en una herramienta útil y segura, siempre y cuando exista acompañamiento adulto y educación digital adecuada.
Señales de alerta
Es fundamental que los padres y tutores estén atentos a ciertos indicios que pueden reflejar un uso problemático de WhatsApp en niños y adolescentes. Algunos de ellos son:
- Cambios repentinos de ánimo o tendencia al aislamiento.
- Reacciones de estrés o ansiedad frente a mensajes recibidos.
- Uso frecuente de la aplicación en horarios nocturnos.
Ante la aparición de estas señales, lo más recomendable es abrir un espacio de diálogo con el menor, comprender qué está ocurriendo y ofrecer el acompañamiento necesario.
Alternativas más seguras
En caso de que WhatsApp no resulte la opción adecuada, existen plataformas creadas específicamente para menores de edad, que incluyen controles parentales y entornos más seguros. Asimismo, algunas aplicaciones de mensajería permiten la supervisión adulta de manera equilibrada, sin invadir la privacidad de los chicos.
La importancia de fomentar un uso responsable
El uso de WhatsApp en menores puede ser positivo si se acompaña con precaución y responsabilidad. El diálogo constante, la supervisión activa y la educación digital son pilares fundamentales para que los niños y adolescentes disfruten de los beneficios de la comunicación en línea sin quedar expuestos a riesgos innecesarios.
En la era digital, la tecnología atraviesa cada aspecto de la vida cotidiana y WhatsApp se consolidó como una de las aplicaciones de mensajería más utilizadas en el mundo, incluso por niños y adolescentes. Si bien facilita la comunicación y el contacto inmediato, su uso sin supervisión puede implicar riesgos importantes para los más chicos.
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