Repudian el plan de retiro voluntario en la PIAP por ser «despidos encubiertos»
Se lanzó hoy y los trabajadores tienen 15 días para plegarse. Es una de las medidas con las que se busca resolver el conflicto de la planta, que no produce desde el 2017.
Desde hoy se puso en marcha el programa de retiro por mutuo acuerdo para los trabajadores de la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP) de Arroyito, que es repudiado desde la agrupación interna de ATE por ser «despidos encubiertos».
Así los calificó el delegado Pablo Sosa, quien resaltó que «en las estadísticas no aparecen como despidos pero en los hechos es lo que son». Al ser consultado por la adhesión que tendrá el programa, explicó que como organización sindical no intervendrían en las decisiones personales.
Sin embargo, en declaraciones a Radio Unco Calf, el dirigente analizó: «como está el país, con las cosas que aumentan todos los días, con esta situación que tenemos hace dos años que cobramos en cuotas y que no sabemos que va a pasar, yo creo que van a ser varios los que van a adherir por ahí creyendo que van a poder hacer algún tipo de inversión»
El plan de retiro tiene una vigencia de 15 días hábiles y pueden adherirse todos los trabajadores, a excepción de los que tienen el trámite de jubilación resuelto favorablemente. Ofrece el pago de un monto que se calcula en base al último salario, que según los trabajadores no se actualiza desde 2017 cuando se paró la producción en la planta, por la cantidad de años trabajados. Además, se mantiene por seis meses la obra social a los trabajadores de menos de 60 años y por seis meses más a quienes superan esa edad.
Este programa es de una las vías que se presentan desde el gobierno para resolver el conflicto de la PIAP. La otra es que ser reubicados en el sector de la firma que opera la planta, la Empresa Neuquina de Servicios de Ingeniería SE (ENSI), que presta servicio a la industria petrolera. Finalmente, una tercera vía es la de que aparezca un inversionista que construya como anexo una planta de fertilizantes.
Según Sosa, son 300 los trabajadores que aun dependen de la PIAP, restando a los que se jubilaron, renunciaron o ya pasaron al otro sector de la ENSI desde que se paró la planta.
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