Revisaron los tatuajes de Marcelo Arratia

La medida la ordenó el juez Pablo Iribarren, quien tiene la causa "residual" del triple crimen. Fue por la descripción que hizo una menor, que asegura haber presenciado el ataque.

CIPOLLETTI (AC).- El juez Pablo Iribarren sigue investigando a Marcelo Arratia. A partir del confuso reconocimiento que realizó la menor que dice haber presenciado la agresión de las víctimas, el magistrado pidió que el médico policial revisara al mayor de los hermanos involucrados por Claudio Kielmasz, para ver qué tatuajes tiene en su cuerpo.

En rueda de personas, el viernes la testigo lo señaló a Arratia como a uno de los partícipes del grupo agresor, pero lo confundió con Guillermo González Pino.

Un día después, el sábado, Iribarren envió muy temprano un oficio a la vivienda de los Arratia, requiriendo la comparencia del mayor de los hermanos en la División Judicial de Cipolletti. Los familiares del joven de 25 años dijeron que la notificación la recibieron a las 7 y que Marcelo debía presentarse a las 9, pero «él no estaba, y no teníamos cómo avisarle».

Como siempre, Olga del Pilar Valenzuela de Arratia, acompañó a su hijo. Cerca de las 17, el médico policial efectuó la diligencia en la División Judicial, ubicada en Urquiza y España. «Querían ver qué tatuajes tengo», contó Marcelo Arratia posteriormente.

El imputado -que actualmente está con falta de mérito al igual que su hermano José Luis- reveló que él tiene varios tatuajes en su cuerpo «desde que era pibe». Tenía unos 18 años cuando se los hizo.

Contó que en el brazo derecho tiene tatuado un corazón que dice «love», más abajo la inscripción «Marcelo y Cristina», en los dedos «tu y yo», en el brazo izquierdo «metal», en la espalda el dibujo de una bruja y en una de sus piernas la palabra «love».

Arratia manifestó que no sabía por qué querían revisarlo ni mucho menos por qué le pidieron después que mostrara sus tatuajes. Pero dijo que está dispuesto a concurrir si vuelven a citarlo. «Estoy tranquilo. Yo no tengo nada que ver», aseguró.

El juez, quien tiene en sus manos la causa «residual» del triple crimen, lo convocó porque quería saber si los tatuajes coincidían con los que mencionó la menor.

Aunque no se conocen los detalles de la descripción que realizó la chica, se sabe que en la audiencia virtual habló de «un corazón en el brazo derecho» que supuestamente tenía «Kielmasz». Creyó recordarlo al observar una foto de González Pino. En otra oportunidad había nombrado el dibujo de una mujer que parece un diablo.

Arratia no fue detenido. Cerca de las 19 volvió a su vivienda, en el barrio La Toma de Cipolletti.

El pasado viernes Iribarren lo convocó para una rueda de reconocimiento junto a su hermano José Luis, y al hermanastro de Kielmasz, Miguel Alberto Torres. Quería saber si la menor podía identificar a alguno de ellos como integrantes del grupo que agredió a las víctimas.

Se hicieron tres diligencias, ubicando a los imputados por separado.

Sólo ante la presencia de Marcelo Arratia, la chica reaccionó. Lo marcó como una de las personas que estuvo el día del hecho, pero lo confundió con González Pino. Fue por esto que Iribarren requirió la revisación.

De los ocho imputados que tiene la causa del triple crimen y que actualmente están con falta de mérito, al que siempre siguieron más de cerca los investigadores fue al mayor de los Arratia.

En varias ocasiones, incluso antes de que el voluminoso expediente fuera a juicio con González Pino y Kielmasz, lo estuvieron investigando. Ahora su nombre vuelve a mencionarse.


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