Revista Fierro: por qué vuelve

La histórica revista de historietas regresa de forma digital y gratuita, editada por el diario digital El Destape. En esta nota, tres razones que explican su retorno.

La histórica revista Fierro volvió a resurgir en una nueva etapa, luego de superar una nueva crisis (a pesar de la demanda de sus lectores) y adaptándose a los nuevos medios digitales, sin abandonar la estética y la esencia de la larga tradición del género en la Argentina, tierra de historietistas y de las historias contadas a cuadros.

La revista que en abril del 2019 dejó de salir junto a Página/12 regresa de forma digital y gratuita, editada por el diario digital El Destape.

Lautaro Ortíz, impulsor de esta nueva etapa de la Fierro.

Fierro salió en tres etapas: la primera editada por la Urraca desde 1984 a 1992; en su segunda etapa, salió desde el año 2006 hasta el 2017 en forma mensual con Juan Sasturain como director y Lautaro Ortiz jefe de redacción; y del 2017 al 2019 en forma trimestral con Ortiz como director.

«Inmediatamente después del cierre estuvimos durante un tiempo pensando cómo volver. Ahora todo se aceleró debido al tema de la pandemia. Nos dimos cuenta de que a lo digital había que hacerle frente. Hoy el mercado de historieta trabaja para el papel. Los dibujantes siguen pensando en el papel. No hay producción especial para lo digital. Entonces había que dar el salto porque todas las editoriales y todo el mercado se están moviendo en ese terreno», explica Ortiz, impulsor de esta nueva etapa.

Una tapa de Fierro de su primera etapa, de 1984 a 1992.

En ese sentido señala que «fue un desafío muy grande» porque lo que están haciendo en este nuevo proyecto es llevar la historieta concebida para el papel al medio digital y ofrecerle al lector la posibilidad de leer historieta a través de la web. Para esto tuvieron que modificar la estructura de los cuadros para darle la posibilidad al lector de historietas distintas formas de visualizar la lectura.

«Como digo en el primer editorial de esta etapa para nosotros sigue siendo una revista de papel y la concebimos y la construimos desde esa mirada», dice Ortiz y ejemplifica: «Los sitios de internet no suelen tener tapas ni portadas: nosotros pusimos tapas. Clickeando el logo se despliegan distintas portadas. En este primer número está la de Oscar Chichoni, emblema de los ilustradores de Fierro. Otra de Enrique Breccia, quien marca otro momento de la historia de la revista con una portada más política: Facundo Quiroga que vuelve con la bandera argentina y el caballo Moro con el que hablaba del futuro, un caballo de metal que viene hacia el presente».

Fierro y su última versión en papel, junto a Página/12.

«Y hay una tercera tapa de China Ocho, que representa el espíritu de Fierro de encontrar nuevos talentos. Tratar de detectar nuevos ilustradores argentinos, tierra de dibujantes; tierra de historietista. En esta nueva etapa, como lo hemos hecho siempre, se van a incorporar muchos nuevos dibujantes», señala el escritor, editor y periodista.

El nuevo formato consiste en tres fundamentos: una es la producción de historieta con cuatro series de «continuará…» qué van a terminar en un futuro breve en una colección de libros que se va a vender a través del sitio a todos los suscriptores con descuento.

«La vuelta de Fierro se logró gracias a la paciencia, el trabajo y el talento de los autores. Fierro no fue ni es ni será de una persona, Fierro es de los autores de historieta que ponen lo mejor para cada edición».

Lautaro Ortíz.

Uno de los autores de estas series, el escritor Pablo de Santis recuerda su experiencia en la revista: «Entré por primera vez a la redacción de Fierro en 1985. Juan Sasturain, Juan Lima y el dibujante Alfredo Flores ocupaban entonces un pequeño cuarto lleno de papeles en la calle Salta; fue una sorpresa para mí, porque la revista era lujosa y yo había imaginado una redacción acorde al impacto visual de la revista».

Pablo de Santis, protagonista, «de una manera u otra», de las tres etapas de la revista Fierro.

El autor de novelas como «Los anticuarios» y «La traducción» también hace una síntesis de los últimos años: «Lautaro Ortiz condujo la revista con toda convicción, y supo mantener el vínculo con la tradición y con los nuevos creadores».

Para De Santis, «de una manera u otra» formó parte de «todas las etapas de Fierro, a lo largo de más de 30 años, y es una gran alegría participar también, junto al talentoso Matías San Juan, de este nuevo avatar de Fierro».

Juan Sasturain, director de la segunda etapa de la revista Fierro, entre 2006 y 2017.

El segundo fundamento de la nueva edición de Fierro es la parte clásica. El trabajo de restauración y reposición de historietas que están en el imaginario del lector argentino y que solamente tienen coleccionista o están en algunas bibliotecas. Para la tarea de restaurarlas y presentarlas en formato digital, sin perder la esencia de la historieta trabaja Mariano Buscaglia, nieto del célebre Alberto Breccia, con quien estudió en su adolescencia.

Buscaglia confiesa que cuando Ortiz lo llamó «para que le diera una mano en esta nueva transfiguración de la revista Fierro», lo conquistó tocándole «la fibra más íntima, la del coleccionista».

«Me dijo que la revista tendría una sección de clásicos de la historieta argentina, qué era cuestión de sentarse a pensar cuáles podían ser», relata.

El también autor de la novela «Trasnoche vudú» aclara el trabajo que está realizando: «Nos decidimos, en una primera etapa, por seleccionar esos títulos que están en boca de todos los buenos aficionados. Por personajes que fueron pilares de nuestra historieta, como Misterix, Bull Rockett o Vito Nervio. Y, empezar, si se puede, por los comienzos de esas historias, observar su evolución y las vacilaciones de sus creadores; tomar un riesgo que no tomaría un editor».

Buscaglia lleva las historietas en su sangre y se nota, dice: «El resultado nos llena de alegría. Hoy ya tenemos on-line cuatro series (Misterix, Bull Rockett, Vito Nervio y Sky High, una historieta nunca publicada en la Argentina, del inmenso Solano López). Es un primer paso y esperamos que sean muchos más. El agradecimiento está al equipo que restaura las páginas, a coleccionistas como Toni Torres y Carlos Altgelt, y, por supuesto, a los lectores, que con su mirada revitalizan el significado de estas historietas que son, ya sin lugar a duda, nuestros clásicos».

Tapa de Fierro de septiembre de 2014, cuando se vendía junto con Página/12.

El tercer fundamento es «las relecturas» de Fierro. Desde su segunda etapa la revista produjo más de ochenta libros de historietas que llegaron a las librerías. Primero, como sucedía con los folletines en los diarios decimonónicos aparecieron seriadas en la revista y después se convirtieron en formato libro. Esas historietas serán repuestas. La gente la va a poder leer de forma gratuita y si al lector le gusta, tiene una opción para comprar el libro. De alguna manera el sitio funciona también como una biblioteca virtual de historietas.

La revista tendrá actualizaciones diarias.

En vez de ser una revista mensual o trimestral «hoy vamos a hacer una publicación casi diaria», aclara Ortiz y define: «Será un portal de noticias de historieta».

A su vez resalta e insiste en dejar constancia de que «la vuelta de Fierro se logró gracias a la paciencia, el trabajo y el talento de los autores. Fierro no fue ni es ni será de una persona, Fierro es de los autores de historieta que ponen lo mejor para cada edición».

Agencia Télam


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