«Rezo todas las noches para que no ocurra otro crimen»

– ¿Cipolletti es una ciudad insegura?

– No, no… Es más, el delito común disminuyó significativamente… Hay delito, pero mucho menos que en otras ciudades de la provincia. En el último año virtualmente no hubo robos a farmacias ni a estaciones de servicios, que son dos operaciones muy comunes por estos tiempos. Nuestro problema de seguridad está fundamentalmente basado en crímenes muy duros y no resueltos o, en un caso -triple crimen -, resuelto en parte.

– ¿Usted encuentra un hilo común vinculando a esos crímenes?

– Nada. Tengo clara la sensación de que son cosas diferentes.

– ¿Sigue sosteniendo que los asesinatos de Ana Zerdán y de la kinesióloga Del Frari responden a cuestiones personales?

– Sí, sí…

– ¿Esa impresión se basa en información concreta?

– No, no tengo nada de información al respecto. Además no quiero ni enterarme de información de esa naturaleza.

– Suena extraño que no quiera enterarse. ¿Por qué no?

– Porque por más que me digan, no puedo hacer nada.

– Pero es posible que la Policía, y ya que los temas de seguridad de Cipolletti son tan candentes, puede eventualmente informarlo de la marcha de la investigación u otros temas referidos a esos crímenes.

– No hablo del tema ni con la Policía ni con la Justicia. Insisto: no debo meterme en el tema. Yo tengo funciones específicas, aunque mucha gente cree que no es así y entonces me plantean problemas cuya solución no pasa por mi esfera de decisiones… En una oportunidad vino gente a decirme que «La Anónima» tenía pocas cajas y esto determinaba que hubiera colas interminables… ¿Qué me tengo yo que meter en ese asunto?. Con la Policía sucede lo mismo: Ni es empleada mía ni la manejo yo.

– Insistimos: ¿No encuentra nada en común entre el Triple Crimen y los de Zerdán y Del Frari?

– Las víctimas pertenecen todas a la clase media.

– ¿Qué quiere decir con eso?

– Eso, que son de clase media.

– ¿Estos crímenes y los temas de seguridad en general, complican su gestión como intendente?

– ¡Me complican, sí!…¡Ojalá no sucedieran estos hechos, pero estos hechos pasan! Bueno, esa es una realidad concreta, pero tampoco yo debo meterme para terminar no resolviendo nada.

– ¿Piensa que estos crímenes pueden responder a una provocación hacia su gestión?

– ¡No, no… no se me ocurre planteármelo en esos términos!.

– ¿Qué le llama la atención de estos crímenes ?

– El grado de ensañamiento.

– ¿A partir de esto establece algún vínculo entre el asesinato de Zerdán y el de Del Frari?

– Son asesinatos diferentes. En general no es habitual que un asesino mate de manera tan diferentes aún admitiendo que son hechos muy sangrientos.

– ¿En cuánto tiene que ver Neuquén con el delito y violencia que tiene Cipolletti?

– Con Neuquén capital conformamos un conglomerado urbano de 340 mil habitantes… En consecuencia tiene los problemas inherentes a un área de esa magnitud. No es un problema de Neuquén solo. Pero lo que sucedió aquí es atroz…

– Cuando se trata precisamente de atrocidades, llega el punto en que la gente pierde la paciencia. ¿Le preocupa que en las reuniones de algunos sectores de cipoleños destinadas a analizar la seguridad de la ciudad, se hable de un nuevo «Cipollettazo» y de generar protestas tendientes a poner fin a estos hechos?

– Convengamos que en las reuniones de vecinos donde se habló en esos términos, en la primera había 600 personas y en las siguientes mucho menos. La mayor parte de los cipoleños tiene una idea muy ajustada de las características de los problemas de seguridad y qué podemos hacer desde el municipio. En esto, respeto mucho las posturas de los padres de las chicas del Triple Crimen que siempre es muy ponderada.

– Hay gente de Cipolletti, incluso algunos políticos, que denuncian que usted suele estar, ya sea por el deporte o por la política, muy vinculado a sectores de dudosa calaña o afines. Esta opinión la sostiene el diputado radical Hugo Medina. Se lo dijo a este diario. Según estas opiniones, esos vínculos generan una imagen que desde la comuna se permiten determinadas cosas. ¿Qué responde?

– ¿Que le puedo contestar?… ¡Es una tremenda pelotudez!… ¿Qué voy a responder a un tipo que…?… Viví toda mi vida de la medicina. Por suerte tengo portero en el edificio que vivo… todo el mundo sabe cómo es mi vida. Vuelvo a casa a las 15.30. Vuelvo a la intendencia a las 17.30, dos horas después voy a buscar a mi hija al colegio… Mi vida es fácil de ver. No tengo punteros ni marginales a mi lado ni en la comuna… ¿Qué sentido tendría que los tuviera si cada vez que hay elecciones las ganamos siempre?… ¡Yo quisiera que den nombres de las «malas juntas» con la que ando yo!…».

– Pero su amistad con el «Tigre» Ancao parece dañarlo…

– Yo no tuve nunca amistad con el «Tigre» Ancao. Lo que tuve es… Fíjense lo que nos pasa a nosotros. Hay un tipo que se llama Alberti. Vivía en las 146 Viviendas que se hicieron en Cipolletti… nosotros ni siquiera podíamos acercarnos al lugar. Nos insultaban, etc. Apareció ahí el «Orri» Fernández, le tiraron unos tiros a Alberti y este desapareció del lugar. A «Orri» ni lo conocemos, sin embargo Alberti dice que tenemos vínculos con «Orri». Sí, lo atendieron en Acción Social y esa es la relación. En el caso de Ancao, él era un tipo que estaba en el Club Cipolletti y tenía un sueldo del Movimiento Popular Patagónico… esto es así… siempre vivió a sueldo del MPP. Mientras estuve en el MPP, yo tenía buena relación con él. Un día, siendo yo intendente, vino y me dijo que quería plata. No sé, se le habría cortado el sueldo del MPP. Yo le dije lo mismo que le digo a todos: no hay plata, no tenemos plata… Yo tengo un hijo estudiando el Córdoba que me cuesta 700 pesos por mes y gano 3.000… «¡Qué te voy a dar 2.000 pesos a vos!… ¡No como yo y no le mando plata a mi hijo!», le dije al «Tigre» y él me respondió: «¡Entonces voy a venir y te rompo todo lo que hay acá!»…

– ¿Se lo dijo personalmente?

– Sí, sí…¿Qué hice?. Fui a la policía, hice la denuncia. Con el tiempo Ancao fue a un acto y me gritó e insultó. Hice otra denuncia. Pero claro, en todo este delirio en que se sumergen algunos debido a los problemas de seguridad que tenemos, bueno, está la fantasía de que desde el municipio se establecen relaciones peligrosas es, como mínimo

– ¿Tiene miedo a que se produzca otro crimen?

– Rezo todas las noches para que no ocurra otro crimen…

La disconformidad con el juez Torres

El juez Juan Torres investiga los crímenes de Zerdán y de Del Frari. También tiene a su cargo el Doble Crimen de Río Colorado. ¿Usted qué opina del rol cumplido por Torres hasta hoy en esos casos?

– Yo lo que digo es que un juez que en un caso no avanza, y en otro no avanza y… bueno, algo está sucediendo…

– ¿Qué puede estar sucediendo?

– Dejemos que la justicia siga…

– ¿Usted se siente incomprendido por los cipoleños en relación a lo que el municipio hace para mejorar las condiciones de seguridad de la ciudad?

– No, no… el cipoleño que no tiene segundas intenciones comprende perfectamente que hacemos lo que está a nuestro alcance…

– ¿Qué está a su alcance en esta materia?

– Muchas cosas, menos andar buscando a los ladrones y a los asesinos… en términos de acciones concretas emprendidas por el municipio, donamos 2.000 litros mensuales de combustibles para las comisarías. Les entregamos papel y útiles de oficinas… les donamos una central telefónica para instalar en el Comando Radioeléctrico. Colaboramos permanentemente en el arreglo de los patrulleros de todas las comisarías de la ciudad… que pintura, que chapa… repuestos, cambio de aceite. Además le donamos sin cargo todo un edifico en el centro que vale más de 300 mil dólares para que funcione la Comisaría Judicial e hicimos gestiones muy enfáticas para que los tribunales se instalen en el edificio del ex Banco Provincia de Río Negro… ¡Hacemos todo lo que podemos. Nadie puede acusarnos de estar ausentes en todo lo que concierne a seguridad… al menos nadie que esté en sus cabales o no nos acuse con segundas intenciones. Pero además de todo esto, hemos instalado 1.600 columnas de alumbrado público… en esta materia hemos hecho un esfuerzo formidable. Con la colaboración de los vecinos, que con sus aportes pusieron el 50 %, hemos invertido más de 1.100.000 pesos en mejorar el alumbrado de las calles. Todas las calles de Cipolletti están hoy alumbradas con lámparas de sodio… Pero incluso mediante determinados programas educativos y de deporte procuramos contener a la adolescencia más conflictiva… ¡En fin, hacemos lo que podemos»….

Jorge Vergara

Carlos Torrengo