Roca: las explosiones que se escucharon serían por el festejo de San La Muerte

Pasada la medianoche se escucharon una serie de estruendos en la zona norte de la ciudad y generó preocupación y alarma en muchos barrios. En un principio había trascendido que se trataba de explosiones inducidas pero finalmente se descartó esa hipótesis.

Finalmente, la serie de explosiones que se escucharon esta madrugada en Roca tendrían vínculo directo con el festejo de un grupo de vecinos que se habrían reunido para celebrar la noche de «San La Muerte».

Fuentes de la Comisaría 21 explicaron que varias personas se reunieron en un lugar ubicado sobre calle Ameghino, entre Evita y Colón. Y que pasada la medianoche comenzaron a festejar este ritual lanzando fuegos artificiales.

La conmemoración y los estruendos se pudieron escuchar en varios barrios de la ciudad lo que generó alarma y varios interrogantes en distintos organismos.

Las fuentes consultadas descartaron la teoría de «explosiones inducidas» que había circulado anoche, en un primer momento. Y esta mañana, abonaron la hipótesis del ritual que desde hace varios años comenzó a tener muchos seguidores en provincia de Buenos Aires y el norte del país. Ahora, parece haberse extendido a esta zona de la Patagonia.

Este mito se celebra en Argentina en el viernes santo de la Pascua católica y en el día de los fieles difuntos, el 2 de noviembre. Pero también en tres días de agosto: el 13, el 15 o el 20.

¿Qué es San La Muerte?

Se trata de un esqueleto cubierto por una túnica negra y, en su mano derecha, una guadaña de lata que señala la igualdad ante Dios y que a cada uno le llegará «su hora». San La Muerte, según un informe del diario Clarín, es un santo pagano no canonizado por la Iglesia Católica. Sus seguidores recurren a él para que interceda ante Dios frente a una situación adversa.

En ese mismo informe se relata que la leyenda nació en tierras guaraníes en el siglo XVIII. «Un monje jesuita se apartó de su misión evangelizadora para curar a los indígenas y los humildes. Acusado de realizar actos de brujería por las autoridades, fue encerrado y aislado por un largo período. Un día, cuando sus carceleros abrieron la puerta de la celda para pasarle la comida, se encontraron con una imagen terrorífica: el monje ya era un esqueleto que levantó su brazo y señaló a quien lo había acusado. Pocos días más tarde, todos los que lo habían participado de su encarcelamiento», indica la nota periodística sobre el origen del «santo».

Anoche, varios lectores se habían comunicado con la redacción de RIO NEGRO advirtiendo sobre esta teoría y que a la medianoche, las detonaciones y festejos también se habían reproducido en distintas ciudades del país.


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