Cómo Nicolás García alcanzó la impresionante cifra de 2.198 kilos de carne por hectárea a campo en Río Negro

En Agropecuaria Don Manuel, establecimiento ubicado en Valle Azul, se decidió apostar a un esquema distinto de engorde. Nicolás García, uno de los líderes de este proyecto, nos cuenta en primera persona la experiencia dejó números que sorprenden.

Nicolás García en su campo de Río Negro. Foto: archivo Florencia Salto.

Los valles del norte de la Patagonia dan sobradas muestras de su enorme potencial agropecuario. Si a eso se le suman la innovación y las buenas prácticas de quienes producen, los resultados alcanzan su máxima expresión.

Tal es el caso de Nicolás García, tercera generación de la familia García-Parra, que desde 2011 lidera el “proyecto Valle Azul” de Agropecuaria Don Manuel SA. El pasado 7 de septiembre finalizó una experiencia de terminación de ganado bovino a campo, con resultados sobresalientes.

El pasado 23/04, 383 animales que habían sido recriados sobre pasturas de alfalfa en el mismo establecimiento iniciaron la etapa de terminación a campo sobre 15,6 hectáreas implantadas con remolacha forrajera. Los números finales colmaron las expectativas e ilusionan: «Me pongo optimista», evaluó García.

Cómo logró 2.198 kilos de carne por hectárea a campo en Río Negro


Terminación a campo con remolacha forrajera: algunos datos

  • Rodeo: 383 bovinos
  • Superficie: 15,6 hectáreas
  • Duración del ciclo: 137 días.
  • Ganancia diaria de peso vivo promedio: 665 gramos.
  • Producción de carne: 2.198 kilos por hectárea.

El 23 de abril ingresaron a la fase final 383 animales recriados en pasturas de alfalfa, con un peso inicial de 250,4 kilos promedio. Durante los primeros 28 días, hasta el 21 de mayo, los bovinos atravesaron un proceso de adaptación a la nueva dieta, donde se buscó que se familiarizaran con la remolacha forrajera.

En esa etapa de acostumbramiento, la ganancia diaria de peso fue de 294 gramos. «Hay animales que ganaron peso, otros que perdieron peso, la variabilidad es gigante y depende de la capacidad de adaptación de cada animal a ese sistema», marcó Nicolás García.

Nicolás y la remolacha forrajera: «Es como tener dos hectáreas en una». Foto archivo: Florencia Salto.

Superado el período de adaptación, comenzó la fase de terminación propiamente dicha, del 21 de mayo al 7 de septiembre. Allí, los resultados se potenciaron: los animales lograron un Aumento Diario de Peso Vivo (ADPV) de 761 gramos.

En promedio, considerando los 137 días totales de la prueba, el ADPV fue de 665 gramos. Esto se tradujo en un incremento de 91,1 kilos por animal, exclusivamente a pasto, sin necesidad de encierro ni grano. La terminación a campo finalizó con un pesaje promedio de 341,5 kilos.

El impacto por hectárea refleja la potencia del sistema y los grandísimos rendimientos del cultivo: en apenas 15,6 hectáreas de remolacha forrajera, se obtuvieron 34.334 kilos de peso vivo, lo que equivale a 2.198 kilos de carne por hectárea.

2.198 kilos de carne por hectárea con remolacha: balance positivo


«Me pongo optimista, porque sé que esa ganancia de peso se puede incluso mejorar. El escenario puede ser aún mejor para el año que viene, hay muchos aprendizajes para replicar en la próxima campaña», señaló quien lidera el Proyecto Valle Azul de Agropecuaria Don Manuel.

Con respecto a la calidad de la carne obtenida, Nicolás García se mostró muy satisfecho, contando que las evaluaciones mostraron que «se logró un animal muy bien terminado, sobre todo vaquillonas«. Por último, avisó que para la próxima campaña la superficie con remolacha forrajera se incrementará a 40 hectáreas.


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