Russo se fue de Boca: el DT que siempre dijo que sí y al final quedó solo y abandonado
Las decisiones no siempre acertadas del Consejo de Fútbol comandado por Juan Román Riquelme empujaron la salida del entrenador, que nunca tuvo ni voz ni voto para decidir qué jugadores integrarían su plantel.
Miguel Ángel Russo ya no está más en Boca. Es la consecuencia lógica y la primera en resolverse cuando un equipo poderoso como el Xeneize está casi último en un campeonato de vuelo medio como el argentino.
No es cualquier técnico Russo para Boca. El último entrenador en sacarlo campeón de América (2007) fue el elegido por Juan Román Riquelme cuando el ídolo se hizo cargo del fútbol del club luego de que Jorge Ameal ganara las elecciones hace menos de dos años. Y fue así que con ese padrinazgo, volvía Miguel a ser entrenador del equipo de La Ribera.
Aquella elección de Riquelme fue casi como un aura protector para el entrenador, que en enero del 2020 contaba con un plantel de jerarquía que terminaría por consagrarse campeón, arrebatándole el título a River en la última fecha.
Pero de a poco, ese plantel cinco estrellas fue perdiendo brillo, comenzó a desmembrarse y algunos elementos que le daban soluciones al DT, como Pol Fernández, se iban por la puerta de atrás.
Pol tuvo diferencias con el ya inefable Consejo del Fútbol cuyos integrantes de esa mesa chica zanjan diferencias con fiereza como si aún tuvieran puestos los pantalones cortos. Negociando un contrato o a las piñas, como pasó hace unas semanas en el Mineirao de Belo Horizonte.
Con la baja de Pol, Miguel empezó a decir que sí. Y sin saber lo que vendría después, fue allí donde comenzó a entreabrirse su puerta de salida. Jamás podría contradecir a Román porque en definitiva fue él quien lo sentó en el banco de Boca.
Luego de obtener esa Superliga 2019/2020 se fue Junior Alonso en circunstancias nunca aclaradas del todo, aunque la abundancia de nombres hizo disimular la ausencia en ese momento. Pero luego de la final ante Banfield por la Copa de la Liga jugada en enero de este año, en un torneo signado por la pandemia, en Boca empezaron a darse algunas cuestiones que terminaron por arrastrar a Russo fuera del cargo.
Muchas gracias, Miguel… 💙💛💙 pic.twitter.com/WdtysSW4Os
— Boca Juniors (@BocaJrsOficial) August 17, 2021
Los recurrentes cambios de figuritas en el plantel comenzaron a traerle problemas al entrenador y ya no pudo completar el álbum. Russo, que sí tenía un estilo de juego con vocación ofensiva que lo llevó a ganar dos títulos domésticos de manera consecutiva, manchado sólo por la semifinal de Libertadores perdida ante el Santos, de a poco se fue quedando sin equipo, sin jugadores de jerarquía y ni plan de juego.
Del once titular que jugó la final con Banfield, siete meses después sólo quedan cuatro nombres: Carlos Izquierdoz, Carlos Zambrano (los únicos titulares hoy), Jorman Campuzano y Edwin Cardona, que está más afuera que adentro.
Nunca en su estadía en el club, Russo tuvo potestad para decidir quién se quedaba o se iba del plantel. Se fue adaptando a lo que tenía y por ende a cometer errores, algunos inducidos claro por la necesidad de dar rodaje a los nuevos refuerzos, caso Esteban Rolón o Norberto Briasco.
Russo tuvo que decir demasiadas veces que sí y al final se quedó solo. Ahora, si las cosas no mejoran con Sebastián Battaglia, viejo ladero de Riquelme desde la época de jugador, ya no estará Russo como primer escudo para recibir los dardos. Si la mala racha sigue, ¿podrá seguir indemne como hasta hoy el Consejo de Fútbol?
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