Russo tiene «banca» para seguir al frente de Boca
Dos "vices xeneizes" desean que continúe. Nuevo culebrón: Román habría vetado al 'Melli'.
El mundo Boca es indescifrable. Después de la caía frente al Milan parecía que la despedida de Miguel Russo era cuestión de horas. Pero el actual técnico habría conseguido 'banca', tanto de las altas esferas dirigenciales como de Juan Román Riquelme, el futbolista con más peso en el plantel 'xeneize'.
Ayer el periodismo esperó por las palabras del presidente Pedro Pompilio en Ezeiza, que dijo poco y nada. Pero sus laderos, los vices José Beraldi y Luis Buzio, hicieron un voto cantado por la continuidad de Russo. Si bien dijeron que el caso se resolverá en el seno de la comisión directiva antes del viernes, los dos juraron estar «conformes con el trabajo» del DT y se inclinaron porque «continúe». También resaltaron que «es muy importante el apoyo que le dio la gente en Japón» a Russo y que los 'ex' tienen que «hacer un paso previo antes de llegar a Boca».
El voto de JR Riquelme es mucho más intrincado y tendría que ver con intereses personales. Es que el «Torero» le habría bajado el pulgar al «Mellizo» Barros Schelotto para que sea el nuevo DT, cuando era el nombre predilecto de Pompilio.
Palabras más palabras menos, después de la derrota del domingo el volante le dijo al máximo dirigente que no aceptaría ser dirigido por alguien que fue su ex compañero hasta hace muy poco. La referencia tocó también a Diego Cagna, pero en realidad golpeó en el rostro del «Mellizo».
«No lo vas a traer a Guillermo, eh… Mirá que yo no le voy a dar bola…», dicen que escuchó del «Torero» Pompilio,
en pleno hall del Sheraton Bay de Yokohama. Uno de los que escuchaba era Martín Palermo, confeso amigo de Guillermo, quien a pesar de ello no abrió la boca.
La mala relación entre Riquelme y Barros Schelotto se fue 'alimentando' desde el 2000, y el trato cordial que se dispensaron en el último semestre en Boca fue pura diplomacia. Interés neto.
De acuerdo a lo que dicen, Riquelme tendría mucho poder dentro del plantel, también demasiada incidencia en las decisiones de la CD. Algo que Russo seguramente agradecerá.
Ayer, apenas Boca llegó a Ezeiza (ver aparte), el técnico dijo que tenía «muchas expectativas» de seguir en el club de La Ribera. «Me quiero sentar a ver lo que pretende Boca y que me escuchen a mí, lo que pretendo yo porque es una negociación».
Sobre la novela entre Román y Guillermo, señaló que estaba «sorprendido» pero «Boca es una caja de resonancia. En las próximas horas va a quedar normalizado», aseguró.
Riquelme, en cambio, se indignó. «Es una falta de respeto», dijo sobre los rumores de su bajada de pulgar, porque dijo que «nunca» habló con Pompilio sobre otra cosa que no sea el partido con el Milan. (ver aparte)
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