Salario, jubilaciones y estrés financiero


Más allá del exhibicionismo de las debilidades financieras en el terreno hay señales que confirman la crisis. Pueden dar fe los proveedores del Estado.


Comienza una semana clave en Neuquén. Los gremios estatales se reunirán con el gobierno para discutir la pauta salarial 2020. El tema es central, pero este año no es excluyente: por ejemplo, el déficit de la caja jubilatoria puede filtrarse si las negociaciones se tensan demasiado. Las partes mostraron sus cartas. Omar Gutiérrez no quiere actualizar por inflación y los dirigentes gremiales prometieron medida de fuerza antes de intercambiar el primer verbo.

A ambos lados de la mesa de negociación hay fortalezas y debilidades. Las del gobierno provincial fueron blanqueadas como para preparar el terreno de las negaciones. El impacto de las medidas de salida de Macri, de quien el gobernador fue aliado, es parte de la explicación central: menos ingresos por el congelamiento del barril.

La presión de la deuda, condicionada por vencimientos en dólares y que perdió el equilibrio que la justificaba por una ralentización de los ingresos en moneda extranjera, dieron vuelta la página del libro. La provincia, a la que la crisis le pasaba por el costado, quedó en medio de temporal. Más allá del exhibicionismo de las debilidades financieras, como carta de negociación, hay señales que lo confirman. Pueden dar fe los proveedores del Estado.


Parafraseando al trotskismo, los gremios neuquinos plantean que no son los trabajadores estatales los que tienen que pagar la crisis.


Los gremios, con Quintriqueo (ATE) y Guagliardo (ATEN) a la cabeza, rebotan los argumentos oficiales y no muestran ninguna sensibilidad con el “estrés financiero” declarado por el ministro Guillermo Pons. Lo culpan a Gutiérrez de ser víctima de las relaciones casi íntimas que mantuvo con el macrismo. Parafraseando al trotskismo dicen que los estatales no tienen que pagar la crisis.

Pero las organizaciones sindicales también tienen su encrucijada. Ambas conducciones deben explicarle a sus afiliados que el gobierno nacional, en manos de Alberto Fernández, con quien simpatizan, fue el que impulsó la desindexación de los salarios. Los sueldos, como se sabe, son el nudo de la cuestión. Así se vio durante los años del pasado gobierno con quien, pese a estar en las antípodas ideológicas, paradójicamente la conflictividad gremial en Neuquén fue mínima.

Los estatales tuvieron un muy buen acuerdo salarial, que tampoco alcanzó para flotar sobre la inflación. En 2019 sus sueldos se ajustaron 55%, mientras que los precios se escaparon seis puntos más. En la provincia de Vaca Muerta, donde casi todo es caro, existen particularidades con relación al resto del país: el IPC de enero duplicó a la media nacional.

Las cuentas provinciales cerraron el año con un rojo de 5.606 millones de pesos, la cifra es comparable con la masa salarial mensual. También, pero solo por casualidad de los números, se acerca en un redondeo al déficit de la caja de jubilaciones del ISSN.

La puesta en marcha de una mesa para analizar cambios en el sistema puede leerse como un movimiento temprano del gobierno. Los temas están inevitablemente emparentados y hasta podrían discutirse en simultáneo. Sobre este punto los gremios también fueron determinantes: rechazan cambios en la edad jubilatoria y suba de aportes. La sensibilidad que despierta este debate puede ser el combustible de avance o retroceso en la negociación.

En la vereda de enfrente la casa parece mucho más ordenada. El intendente Mariano Gaido transita un intenso comienzo de gestión que lo posiciona dentro del MPN con un alto perfil. Viene de cerrar otra semana con anuncios y, después de la apertura de sesiones del sábado, firmó la implementación del boleto estudiantil gratuito. La medida, de gran peso social, podría no tener efecto inmediato por la amenaza del no inicio de clases.

Sin embargo, Gaido deberá cerrar antes el conflicto habitacional que desnudó la masiva ocupación de la meseta. Los movimientos deberán ser delicados porque, más allá de que la situación formal parece encaminada, otro de los aspectos que dejó al descubierto fue el germen de la interna del MPN que ya mira a 2023. La prisión preventiva (por instigar a las tomas) del vecinalista Armando López, una medida casi sin precedentes en la justicia, devolvió una vez más a Jorge Sobisch, quien salió a defenderlo, a la discusión íntima del partido provincial.


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