Shock por la muerte de Agustina, la pastelera de Bake Off: así lo vive su comunidad
La joven era muy querida en SAO y Las Grutas. Su pérdida conmocionó a los vecinos. La popularidad que le dio el programa de televisión hizo que la noticia trascendiera a nivel nacional
La triste noticia del fallecimiento de Agustina Fontenla, la joven pastelera de 31 años que el año pasado resultó finalista del programa de televisión Bake Off, generó conmoción entre los vecinos de la localidad y provocó una gran repercusión a nivel nacional, debido a la popularidad que había obtenido a través de ese ciclo, que se emitió por Telefé.
La complicación de su cuadro ya había provocado la reacción de la gente, que, a través de redes sociales, organizó cadenas de oración. Y colmó de mensajes de aliento a su familia, que es muy conocida en la zona.
Esa expectativa sobre su evolución se convirtió en el más hondo de los desalientos cuando, esta mañana, se confirmó su deceso.
El personal sanitario se vio especialmente conmovido porque la mamá de Agustina es anestesista. La comunidad educativa también se vio particularmente afectada, ya que tanto la joven como su hermano, que es técnico en computación, incursionaron en la docencia.
De hecho, una de las últimas ocupaciones de la pastelera fue dar clases, aunque, como ya estaba alejada del ejercicio de la abogacía, lo que enseñaba eran los secretos de la elaboración y decoración de tortas. A eso anhelaba dedicarse por completo, entusiasmada por la popularidad que había ganado tras su incursión televisiva, que le valió que mucha gente continuara siguiéndola a través de redes sociales.
«No soy una abogada que cocina. La pastelería es lo mío» subrayaba Agustina, al hablar de su verdadera vocación.
Su pérdida golpeó fuerte en la comunidad, que está muy sensibilizada con lo que está ocurriendo con los jóvenes. Es que esta segunda ola de la pandemia está generando contagios graves en esa franja, y son muchas las familias que poseen algún integrante en riesgo.
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