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San Martín como Gobernador Intendente de Cuyo

Este mes nos renueva el recuerdo del paso a la inmortalidad de Don José de San Martín, ocurrido el 17 en tierras francesas, por lo que abundan rememoraciones a su obra, especialmente en el campo militar, en el que descolló.

Nadie discute su calidad militar, pero limitar su trayectoria a ese aspecto es una injusticia, máxime si la repasamos en los primeros y difíciles momentos de nuestra historia patria.

Su acción en la Logia Lautaro y su prédica a favor de la declaración de la Independencia nacional con motivo de la convocatoria a la Asamblea General Constituyente de 1813, es claro ejemplo de ello, demostrando que su función militar no estaba en discordia con su activa participación en el campo político.

Tras su paso por el Ejército del Norte, luego de una corta estadía de descanso en las serranías cordobesas, pone en conocimiento del Director Posadas su intención de radicarse en la ciudad de Mendoza, siendo -en consecuencia- nombrado Gobernador Intendente de Cuyo, arribando a su capital en septiembre de 1814 en medio de muestras de admiración y respeto por parte de la gente del pueblo, oportunidad en la que se reencuentra con su esposa Remedios de Escalada y en la que dos años después nacerá la única hija del matrimonio, Mercedes.

Lo aclaro muy especialmente: su alejamiento de la ciudad del puerto favorece los planes de Carlos María de Alvear, quien fuera su segundo en el Regimiento de Granaderos, y al que llamaba peyorativamente “El niño”, a su vez sobrino de Posadas, a quien sucede en 1815 en el cargo de Director Supremo, hasta que los sucesos de Fontezuelas de abril de ese mismo año lo ponen “de patitas en la calle”.

El alejamiento del prócer no merma el enfrentamiento político entre ambos, a tal punto que, una vez instituido Director Supremo, Alvear lo releva del cargo y designa en su lugar al coronel Gregorio Ignacio Perdriel, un buen militar pero sin aptitud para la función para la que había sido elegido, maniobra que enfurece al pueblo mendocino, cuyo Cabildo rechaza el 15 de febrero de 1815 tal nominación, intimando al candidato alvearista a volverse de inmediato hacia Buenos Aires y reponiendo a José de San Martín en el cargo, lo que inicia el debacle político de Alvear.

A cargo de la gobernación cuyana es que lo encuentra la convocatoria al Congreso de Tucumán, convirtiéndose en un activo fogonero de nuestra Independencia nacional. Pecaría de ingratitud por omisión si no nombrara a quienes fueron sus más incondicionales colaboradores en la labor de gobierno en la región cuyana: José Ignacio de la Roza, en San Juan; Vicente Dupuy, en San Luis, y Toribio de Luzuriaga, en Mendoza quienes, a su vez, contaron con el ferviente apoyo de los Cabildos de las ciudades capitales. Fue precisamente el nombrado en último término quien lo reemplazara en la Gobernación al partir con el Ejército Libertador hacia Chile en enero de 1817, produciendo el cruce de la Cordillera de los Andes, encaminándose a la Independencia de Chile y Perú.

Su obra en la función pública cuyana no fue menor, pudiendo destacar dentro de ella el desarrollo de la actividad agropecuaria y el mejor aprovechamiento de las aguas para lograrlo, la promoción de la minería y el impulso del comercio, en especial de vinos, licores, harinas y frutas (frescas y secas).

Ni qué decir de su labor en pos de la salud, la educación y la justicia, en que destelló su concepto de la dignidad humana, siendo muestra cabal de ello la supresión de los castigos corporales y vejatorios hacia los alumnos en el sistema educativo y a los detenidos en el sistema carcelario.

Tampoco le es ajena la creación de la primera biblioteca mendocina y, también, del Colegio de la Santísima Trinidad, que abrió sus puertas el 17 de noviembre de 1817, inauguración a la que no pudo asistir por hallarse en suelo chileno.

La administración pública fue bien y eficazmente manejada y su celo en pos del orden y resguardo de archivos no puede soslayarse; tampoco la rica legislación que originara.

Que lo expuesto acompañe nuestro recuerdo y nuestra memoria.

* Presidente de la Junta de Estudios Históricos del Neuquen


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