Selección: el inicio de un nuevo orden

El 2019 marcó el año de la reconstrucción para la albiceleste, con la confirmación de Lionel Scaloni al frente del equipo, la nueva postura de Messi como capitán del equipo y la renovación encabezada por Lautaro Martínez y el neuquino Marcos Acuña, entre otros.

A falta de procedimientos cristalinos en el origen y de un currículum de los que a primera mirada infunden respeto, el ciclo de Lionel Scaloni al frente de la Selección Argentina se ha caracterizado por un crecimiento que, sin dar para gastar a cuenta, deja ver pilares que estaban ausentes desde hace tiempo, incluido el Mundial de Rusia.

Como es natural, aunque a veces omitido, la evaluación depende de una perspectiva general y en especial sobre qué lugar fijemos la secuencia. Si de lo que se trata es de pensar a la Selección como una primera potencia mundial, y que por portación de nombre ya dispone de un lugar de aspirante claro a coronarse en Qatar 2022, estaríamos en el terreno de una mera ilusión. Pero si se tratara de pensar a la Selección como a esa tierra arrasada que padeció para llegar a Rusia y que en el Mundial fue lo que fue, entonces podríamos ejercer el derecho al optimismo y aceptar de buen grado que casi todo ha sido ganancia a partir de ahí.

Aún cuando a Scaloni no se lo registre entre los mejores directores técnicos argentinos y aún cuando en el primer tramo de su gestión, Argentina jugaba mucho mejor en las lecturas de las conferencias de prensa que en la cancha propiamente dicha.

Poco a poco, el horizonte se presentó más cordial y en ese contexto, el 2019 concluye con viento a favor en un año donde Lionel Messi se vistió de ese capitán maradoniano que tanto se le ha reclamado, con posturas críticas hacia la Conmebol en la Copa América de Brasil e incluso hasta cantando el himno en el clásico ante el dueño de casa. A la hora de las sumas y las restas, está aprobado el examen y sumado el efecto Lionel Messi (con 32 años y refundada comunión con la casaca albiceleste), la Copa América 2020 y los primeros ocho partidos de las Eliminatoria perfilan un terreno fértil.

Lo mejor del año

* El gran partido se le hizo a Brasil en la semifinal de la Copa América, la convincente victoria frente a Chile en el partido por el tercer puesto y en los amistosos de fin de año los buenos momentos del cierre con Alemania (cuando del 0-2 quedó a nada de la remontada) y la imagen dejada ante Brasil (1-0) y Uruguay (1-1).

* La impronta de un equipo intenso en los modos y fuerte de la cabeza. Más allá de los sistemas, más allá de partidos flojos y circunstancias adversas, mantuvo un alto piso de compromiso, de entrega y de una cierta alegría en el competir.

* Una genuina renovación expresada en varios nombres propios que dan la talla con holgura. A la cabeza, Rodrigo De Paul, Lautaro Martínez y Marcos Acuña, más algunos que en poco tiempo han sembrado un buen margen de crédito, como Lucas Ocampos y Lucas Alario.

Lo peor

* Las derrotas con Marruecos y Venezuela, el comienzo de la Copa América y el primer tiempo con Alemania, que pintaba para goleada de catástrofe.

Las dudas

*¿Es Leandro Paredes el mediocampista central ideal? Bajo el foco de Scaloni desde luego que sí, pero incurre en una flagrante contradicción cuando observa que “marca bien, pero comete muchas faltas”. Si Paredes comete muchas faltas, quiere decir que tan bien no marca. Además el DT se lamentó que el volante no tenga más minutos en el PSG, el actual equipo de Paredes, quien sin embargo podría estar en la Juventus para el 2020.

* El centro de la defensa. Sin grandes luminarias ni fracasos estrepitosos, esa zona dista de ofrecer garantías. Hasta el propio Nicolás Otamendi dejó ver blanduras insospechadas y recién a último momento se pareció al experimentado de calidad que se supone que debería ser.

* El lateral derecho. Es evidente que Juan Foyth goza de la preferencia del DT, pero pese a tener una técnica depurada el jugador platense del Tottenham Hotspur carece del oficio indispensable para marcar por la raya, amén de su nociva tendencia a sobrar las jugadas. En ese puesto Gonzalo Montiel asoma como variante.

* Sigue adeudando la Selección, un mediocampista dúctil, con gol y jerarquía probada. Consta un nutrido grupo de prometedores, aceptables e incluso buenos. Entre los mejores del planeta, ninguno.


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