Siete víctimas en el año

Policiales

Ayer, la joven encontrada muerta se convirtió en la séptima victima fatal de una seguidilla de hechos de violencia suscitados durante el año que transcurre en esta capital.

El 9 de enero fue asesinado Mauro Fresco de 39 años, mientras circulaba de a pie en inmediaciones de la terminal de ómnibus. En esta causa está imputado Ezequiel Salcedo de 35 años, quien fue encontrado en Rincón de los Sauces siete meses después del homicidio.

Un mes más tarde, mataron con una botella rota en el barrio Lavalle a Denis Sandoval, y el acusado del crimen es un vecino de apellido Mambreani. Luego del crimen fue atacada la vivienda del principal sospechoso.

Apenas comenzó el otoño, el 20 de abril, fue asesinado en su departamento de calle Belgrano al 400 ubicado en pleno centro, y de una golpiza; el joven empleado de una aseguradora, Eduardo Carnero. Por la causa, están imputados dos conocidos de él, uno de ellos de apellido Fernández y domiciliado en las inmediaciones.

En la madrugada del 11 de julio le tocó el turno al sereno de un lavadero de autos -cerca del barrio Guido-, Angel Ríos de 30 años. Le dispararon con una carabina a corta distancia cuando tres personas buscaban alzarse con la recaudación diaria. Por entonces, la justicia procesó a dos jóvenes de 21 años y una menor de 17 años en el marco de una causa por “homicidio en ocasión de robo”.

En los primeros días de agosto pasado, se sumaron la quinta y sexta víctimas de esta serie. Se trata de Paulina y Félix Ochoa, dos ancianos que vivían también en la zona céntrica, sobre la calle Guido al 700. Si bien dos jóvenes fueron detenidos, la Justicia aún no encontró a los culpables de la irrupción en la vivienda con fines de robo.

DeViedma