Silvia Sapag: el 2021 se anticipa revelador en materia de legislación alimentaria

La senadora neuquina habló de cómo marcha la discusión del derecho a una alimentación saludable en el Parlamento nacional.

Por Victoria Rodríguez Rey, especial para «Yo Como»

En diálogo con Silvia Sapag, la senadora que presentó el proyecto de Ley sobre el rotulado frontal de alimentos, conocemos sobre fundamentos, avances y obstáculos de la ley que ya cuenta con media sanción del Senado.

@victoriarodriguezrey

Según la Organización Panamericana de la Salud (organismo especializado en Salud para las Américas), el 44% de las muertes en este continente, están vinculadas con el consumo de dietas poco saludables. La estadística es fácil de analizar, o cambiamos la dieta o morimos.

Este año, la senadora neuquina del Frente de Todos, Silvia Sapag, presentó en el Congreso el proyecto de Ley hacia una alimentación más saludable.

“Entre los objetivos propuestos se encuentra garantizar el derecho a la salud y la alimentación adecuada a través de información simple y comprensible de alimentos envasados y bebidas analcohólicas. La toma de decisiones por parte de la población consumidora alienta a ser asertiva, siempre y cuando tengan información clara, oportuna y veraz, sobre los componentes de dichos productos. El resguardo del derecho a la salud, a la alimentación adecuada y a la información de la población se podría alcanzar mediante la advertencia de excesos en componentes como azúcar, sodio, grasas saturadas y totales”, manifiesta la senadora.

En este sentido, se avanza. El año termina con la media sanción de senadores y senadoras hacia el rotulado frontal de alimentos. ¿Qué significa esto? “Es toda descripción destinada a informar al consumidor y consumidora, sobre las propiedades nutricionales, de un alimento o bebida analcohólica, adherida al envase.”, sostiene Silvia Sapag.

Se trata de 5 sellos que tienen que tener el 5% del tamaño del paquete. Son octógonos negros, con un borde blanco en letras blancas que dicen: exceso en azúcares, exceso en sodio, exceso en grasas saturadas, exceso en grasas totales y exceso en calorías. Además, se le agregó dos frases precautorias: contiene edulcorante, no recomendable en niños y niñas y la otra es, contiene cafeína, evitar en niños y niñas. Los sellos de advertencia deben estar en los alimentos que se elaboran a la vista del consumidor y la consumidora” explica la senadora.

“Nosotros seguimos las recomendaciones de la Organización Panamericana de la Salud. Esto fue muy discutido por la industria, porque son las recomendaciones al límite al partir del cual, en el caso de las azúcares, ya es un exceso. Es por eso que la industria no quiere esta ley. Yo tenía mis serias dudas de que en el Senado se aprobara el proyecto sin esas modificaciones. Y afortunadamente quedó”, explica la senadora Sapag sobre la presión del lobby empresarial.

Mientras que en Perú, Chile, Uruguay y México un bon o bon tiene un rotulado frontal que advierte sobre los excesos que dañan a la salud, en Argentina dice “la porción justa”. Porque la información es un derecho, es necesaria la honestidad empresarial sobre lo que están vendiendo, razona la parlamentaria neuquina. En la medida que accedamos a la verdadera información dejaremos de ser manipulados y engañados contribuyendo a un sistema sanitario y ambiental que se encuentra en crisis, se deduce.

El 2021 ya se anticipa revelador en relación a materia alimentaria. Si se aprueba en la cámara baja, la disminución de la comida chatarra mediante la Ley de etiquetado frontal, será un gran paso.

Silvia Sapag, senadora neuquina

En este proyecto de ley restringe y prohíbe toda forma de publicidad, promoción y patrocinio, de los alimentos y bebidas analcohólicas envasadas. Todas las propagandas de alimentos dirigidos a los niños y niñas serán prohibidas, como también la promoción y la entrega gratuita. Tampoco se pueden incluir personajes infantiles, dibujos animados, celebridades, deportistas y ningún tipo de promoción. La industria tiene estudiado que el éxito de las marcas es porque canalizan las emociones de los niños y niñas a través de la alimentación publicitaria”, sostiene Sapag.

El 2021 ya se anticipa revelador en relación a materia alimentaria. Si se aprueba en la cámara baja, la disminución de la comida chatarra mediante la Ley de etiquetado frontal, será un gran paso. No obstante, hay que saber que esa medida no es la salvación, apunta la senadora neuquina. Se requiere ir en dirección de la educación alimentaria que estimule, principalmente, a cocinar con alimentos de estación y de producción de cercanía, acota.

El derecho a una alimentación saludable implica garantizar alimentos variados que integren una dieta equilibrada según las pautas culturales de esa comunidad. Una alimentación saludable requiere de alimentos producidos bajo criterios agroecológicos, de estación, con gran aporte de nutrientes esenciales y restringiendo aquellos componentes críticos (azúcares, sales y grasas) cuyo consumo ponen en peligro la vida.

Con la intención de estimular los sentidos, generar autonomía y cultura alimentaria, el desarrollo de políticas de educativa es fundamental, hacia la promoción de huertas comunitarias y familiares, en todos los niveles educativos.


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