Sin margen de acción

JAVIER LOJO

El grupo francés Suez finalmente pegó el portazo. Desde el gobierno intentan amortiguar lo que fue un duro golpe. «Todavía hay tiempo para negociar la continuidad de la concesión de Aguas Argentinas si está la voluntad política de la empresa para llegar a un acuerdo», aseguró uno de los principales asesores del ministro De Vido en diálogo con un grupo de periodistas al darse a conocer la noticia.

Para los analistas del mercado, la ficha ya está jugada. «Tiraron y tiraron de la cuerda… y finalmente se rompió», aseguran en la City. La salida de Suez de la Argentina desnuda una de las principales debilidades que tiene la administración de Néstor Kirchner: la falta de una estrategia para las empresas del sector público que quedaron descalzadas financieramente con la salida compulsiva de la Convertibilidad. El presidente ahora se encuentra cercado por su propia verborragia. «No negociaremos bajo presión», fue el argumento preferido del primer mandatario a la hora de hablar de tarifas e inversiones. Y Suez entendió el mensaje.

El gobierno no podrá sentarse a negociar luego de que la empresa anunciara su retiro del país y a semanas de las elecciones de octubre. Quien no tiene margen político para cerrar un nuevo acuerdo ahora es Kirchner.

El grupo francés se aleja del país y su partida deja una estela de incertidumbre para la economía que se viene. El gobierno insiste en que todavía podemos crecer «con lo nuestro». Una alternativa que sirve para el corto plazo, pero que no ayuda a darle previsibilidad al país. En este escenario, no habría que descartar la posibilidad de que otras empresas comiencen a seguir los pasos de Suez.

Notas asociadas: El grupo francés Suez tiene decidido dejar Aguas Argentinas  

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