Sobreprecios: Río Negro paga el doble por prótesis mamarias

Salud rionegrina abonó $ 163.000 los implantes al mismo proveedor que los cobra 88.000 a particulares. Otro ejemplo de gasto irracional. Y de la angustiosa espera burocrática de la paciente.

Redacción

Por Redacción

 

 

 

 

Por qué razón el Estado compraría un insumo médico al doble de su valor de mercado? No hablamos de un producto escaso o difícil de conseguir. Son prótesis mamarias que cualquier distribuidor local o nacional dispondría con aceptable stock.

¿Existe criterio racional en un Estado requerido de una austera administración de los fondos públicos a la hora de adquirir este o cualquier otro producto? ¿Se cumple, en realidad, con la licitación para garantizar la mejor opción entre las ofertas? En definitiva, ¿cómo compra el Estado y por qué los proveedores son capaces de cotizarle un producto a precio astronómico?

El área de Salud del gobierno rionegrino pagó en agosto de este año 163.120 pesos a un proveedor regional por un par de prótesis mamarias anatómicas destinadas a una paciente del hospital de Roca. Pero esas mismas prótesis –de idéntica característica y marca– eran ofrecidas en noviembre pasado por el mismo distribuidor a 88.400 pesos, es decir a poco menos de la mitad. Es más, la empresa argentina que representa al fabricante y le vende al distribuidor local tenía esos implantes a menor precio aún: 1.814 dólares, casi 69.000 pesos al valor de la divisa a fines de agosto. “Río Negro” pudo confirmar las cifras con evidencias oficiales y privadas.

Laberinto burocrático

El procedimiento de esta compra en particular es demostrativo, a la vez, de los padecimientos burocráticos que debió soportar la paciente para conseguir la prótesis y para que le autoricen un turno quirúrgico.

Este diario publicó a principios de agosto la primera parte de las penurias de Vanina Cabezas, paciente oncológica sin obra social (ni posibilidad de conseguir alguna por su mal), que debió recurrir al hospital de Roca. Entonces relataba cómo tardaron un mes en realizarle una biopsia tras la detección del cáncer de mama, cómo debió llamar personalmente al ministro de Salud Fabián Zgaib para lograr que se agilizara la cirugía y cómo debía penar para obtener medicamentos que no llegaban a tiempo. Vanina logró finalmente que le colocaran un expansor mamario de una mujer que murió pero que no tenía sus medidas, lo que la expuso a un principio de infección. Así, el cuerpo médico del hospital concluyó que era necesario el reemplazo del expansor provisorio en la mama derecha y una mastectomía del pecho izquierdo reductora de riesgo cancerígeno y reconstructiva.

La segunda parte –aún no contada– fue casi tan embarazosa como la primera. El pedido de las prótesis para ambas mamas comenzó a recorrer los torcidos vericuetos de la burocracia. El 28 de junio llegó el pedido a Mesa de Entradas, de allí pasó a Gestión de Prótesis, al director contable, volvió a Gestión de Prótesis, fue al director de Administración, de ahí a Asesoría Legal, volvió unas cuantas veces más a Gestión de Prótesis, al director contable, luego a Despacho, a Fiscalía de Estado, a Mesa de Entradas…

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Cansada de tantos cabildeos, Vanina Cabezas recurrió a la Justicia con un recurso de amparo que tuvo favorable eco desde la Defensoría 10. La Justicia exigió el 10 de agosto una urgente operación y la colocación de las prótesis. Entonces sí el turno llegó: 25 de septiembre. Y también la autorización para los implantes.

 

Diferencias abismales

El 24 de agosto, casi dos meses después del pedido original a Gestión de Prótesis, el Ministerio de Salud libró la orden 469/18 de compra en favor de Tecnomédica, localizada en Neuquén capital. El precio a abonar por dos prótesis Mentor de 475 cc, modelo CPG 322, fue de $ 163.120. Firmó la orden Martín Ciliberto, director de Auditoría Médica del ministerio.

Sin embargo, consultas privadas que realizaron allegados a la familia de Vanina causaron estupor. Un presupuesto solicitado a la misma Tecnomédica el 28 de noviembre (tres meses después de emitida la orden de pago del gobierno) consignó un valor de $ 88.400 por el par de prótesis. Idénticas a las que compró el gobierno.

Otra consulta previa –vía Whatsapp– realizada en agosto directamente a la subsidiaria del fabricante Mentor en Buenos Aires planteó un precio menor aún. Un representante de la firma respondió: “Nosotros tenemos el mismo precio hace bastante: 1.814 dólares el par de anatómicas para la paciente. Y si lo compra el médico se hace un descuento”. 1.814 dólares eran en ese momento $ 69.000 pesos.

Por si faltara otra opción, el hospital de Roca había pedido en junio conocer los valores de los implantes al distribuidor porteño Biomax Insumos Médicos SA. Pidió $ 110.300 el par. Es decir 53.000 menos de lo que terminó pagando el Estado.

“Río Negro” no pudo determinar si la compra de las prótesis para Vanina fue realizada mediante proceso de compra directa, concurso de precios o licitación pública. Este diario intentó comunicarse sin éxito con el responsable de la adquisición, Martín Ciliberto.

Por la urgencia requerida en el amparo y los tiempos habitualmente dilatados de un concurso, cabe inferir que se trató de una compra directa.

Fuentes del área admitieron que, de todos modos, la ausencia de concurso o de licitación es moneda corriente: durante el 2017, hubo cerca de 170 compras directas y sólo dos concursos de precios y una licitación.

Los mismos informantes dijeron conocer que apenas tres o cuatro proveedores tendrían “privilegio de adjudicación” con el Estado rionegrino.

La ausencia de evidencias de un proceso licitatorio y la publicidad de la información que hagan más cristalinos los procesos de compra siguen siendo una deuda pendiente en Río Negro.

Este diario había planteado un notable caso de gasto irracional en oportunidad de la adquisición de 200 bicicletas para policías rionegrinos hace dos años, cuando se gastó casi 10.000 pesos por cada rodado en una modesta bicicletería de Viedma, el mismo valor que costaba en el momento de la publicación del informe, en mayo de este año. En el trabajo se ponía de manifiesto la letal intermediación, considerando que el importador tenía los rodados un 65% más baratos.

 

Los proveedores se cubren

¿Por qué le cotizan exorbitancias al Estado? Fuentes de la firma proveedora de las prótesis y de otras empresas que suelen cotizar a la Provincia admitieron que no tienen otra alternativa que adicionar costos financieros por alta mora en el cumplimiento de los pagos.

“Río Negro” pudo determinar que hay facturas que el Estado rionegrino ha pagado hasta un año y medio más tarde, sin considerar cuestiones más graves como la pérdida de expedientes que luego generaron dilaciones todavía mayores.

En un país de alta inestabilidad, elevadas tasas de inflación, presión impositiva y siempre pendiente de escaladas del dólar, los proveedores toman sus “recaudos”, sobre todo si saben que el Estado está lejos de abonar al contado y contra entrega y remolonea los pagos de facturas.

Con las prótesis, como con los rodados y muy probablemente con muchos otros insumos, la Provincia termina erogando un descomunal sobreprecio que genera un perjuicio a las arcas provinciales. Y plantea dudas sobre la capacidad de sus funcionarios para generar ahorros o, cuanto menos, lograr razonables operaciones a tono con la austeridad requerida.

Funcionario esquivo

 

Datos

“Río Negro” quiso preguntar en el Ministerio de Salud por qué se pagó un par de prótesis el doble de su valor de mercado. Buscó contactarse telefónicamente con Martín Ciliberto, director de Auditorías Médicas y firmante de la orden de compra.
Una empleada dijo que no estaba… “pero dejó dicho que llamen al área de Prensa”. Proporcionó los dos números del conmutador. Uno está fuera de servicio y en el otro responde un contestador con interminables opciones de internos.
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